En el aire a L. A.
Hago un último inventario de lo que llevare a los Ángeles.
Los pasajes de avión, al igual que el hospedaje y la comida, corren por cuenta de la academia, o sea Carlos, que no desperdicia tiempo en restregárnoslos en la cara a Brayden y a mí.
Actualmente, los secretos de Adrián y su padre se encuentran en un pendrive. El mismo que siempre cargo conmigo y el cual llevaré a Los Ángeles.
En la madrugada me despido de mamá con un beso. Esta vez apagar los teléfonos no fue suficiente, los vecinos se asomaron por las ventanas a gritarle a Brayden que parara los bocinazos.
Volamos por el asfalto cuando el señor James salió de su casa con un palo con clavos dispuesto a darle con todo a McCarthy.
—Tienes que dejar de hacer eso.
— ¡El viejo salió en tanguitas! —Se parte de la risa recordando a mi vecino—. ¿Y que se supone que iba a hacer con ese bate?
—Seguramente metértelo por el culo para que los dejes dormir.
El aeropuerto era grande, me lo conocía al derecho y al revés, lo que me obliga a acompañar a Brayden a explorar para que no se pierda. Los altavoces nos alistan para abordar y camino con el rubio pisándome los talones y sacándome los zapatos de vez en cuando que me pisaba.
— ¿Qué te pasa? Mira al frente.
Me detengo cuando engancha el dedo en mi bolsillo trasero haciéndome voltear.
—Yo... —me molesta la gente que no me dice las cosas de frente, me desesperan—. A mí no... yo...
Lo pillo de una.
Maldita sea, le tiene miedo al avión.
— ¿No pudiste decirlo antes? —siseo.
—Lo hice —alzo la mirada—. Pero Fiby se marea en los cruceros.
Mire hacia atrás buscando a quien se supone que es responsable de lo que nos pase. No lo vi por ningún lado y la chica de la puerta nos afanando para entrar.
— ¿Vomitas? —hizo un gesto, no muy convencido «cincuenta, cincuenta» puedo tolerarlo. Le arrebato el billete de avión y lo entrego junto con el mío—. Avanza, ya después veremos qué hacer.
El labio inferior le tiembla, mirando despavorido la entrada del avión, poniéndose pálido cuando ingresamos. Carlos y Fiby ya estaban sentados.
Miro los asientos localizando el 1F, volteo a ver al niñato de 1,80 que no me suelta la chaqueta.
—2B —murmura.
Me peino el cabello hacia atrás, pensando cómo seguir con el miedoso que tiembla sin siquiera haber despegado. De inmediato mire a la gorda sentada en la ventana de mi asiento, leyendo un libro que reconozco enseguida y me enfoco en la morena con pelo chicharrón en la fila de Brayden.
Me inclino hacia la gorda.
—Hola —le sonreí.
— ¿Te sentaras? ¿Aquí? —preguntó nerviosa—. Lo... lo siento, no debí... debí preguntar primero, pero como nadie llegaba... di-disculpa, ya me quito.
—Cálmate.
Peppa pig.
—En realidad ¿ves a la chica de allá? —Se acomoda los lentes para mirar a la negra—. Le pareces linda, muy tierna, pero tiene pena de cambiar el asiento conmigo ¿te molestaría?
—No-no.
Le doy las gracias y me giro a Brayden que me mira confundido.
—Siéntate aquí —Le ordeno y con una mirada me obedece.
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Los secretos de Nova. |COMPLETO|
Teen Fiction¿Qué esconderá una cara bonita, una inocencia corrompida y una sonrisa angelical? Iniciado: 02-01-2021. Finalizado: 26-Marzo-2022 🌹