Extremely Fucked | Draco Malfoy | +18

Forty - Seven

Nuestra Persona Indicada.

Atenea RookWood.

— De nuevo —

— Imposible, me cansé — enojado iba directo a la gran puerta de vuelta a beber cualquier cosa que encuentre en el bar de la casa. Riendo por su actitud adorable corrí hacia él arrastrándolo de nuevo a los árboles dentro del bosque — Noo — se quejaba haciendo su cuerpo pesado.

— Ven, otra vez —

— No me sale, mejor vamos a tomar algo —

No le iba a decir que se esfuerce más, porque veía todo lo posible que hacía para que de su varita salga un recuerdo feliz, en proyección.

— Recuerda algo más, algo peculiar — le explicaba una vez que se rindió tomando asiento en una roca.

— ¿porque no lo haces también? —

Cambio de tema.

Bien jugado, Malfoy.

— Tu turno es primero — di una vuelta a las hojas a mis zapatos, estaba atardeciendo, el sol a un lado hacia un bonito contraste con lo blanco de su piel.

— Te cedo mi turno — Lo regañe con la mirada — Puede que, sea mejor — se levantó y golpeó su varita en mi cabeza, au.

— ¿cómo va a ser eso mejor? —

— Ya sabes, somos felices juntos —

Me reí nerviosa. — Bien, idiota, haremos esto pero si no puedo lo seguiremos intentando contigo — apunté con mi varita a su pecho haciendo pequeños puntazos.

Ahora tengo miedo. Mucho.

Draco Malfoy Black.

Pensar en ella era todo lo que tenía, solo eso, miles de momentos;

Intentando encontrar una cura para su maldición echada hace un ya casi un año. Verla clase por clase sin que note que la vigilo como golpeaba la punta de la pluma sin tinta en los pergaminos histérica. Conocerla en la mansión la noche que traté de seducirla.

Las noches que nos quedamos hasta tarde zaceando nuestros placeres, como me hacía sentir tan bien con tan solo una de sus miradas. Verla dormir a mi lado. Cuando los nervios la comían hacía chasquear las uñas de sus dedos.

La que más me encanta es como trata de curar, a algo que no tiene cura.

Pero pronto, como si no pudiera controlar mis pensamientos, aparece mi padre en el medio, con varias escenas ficticias intentando separarme de Atenea.

A veces los golpes como mandaba todo a la mierda o era totalmente inútil a sus ojos. Y a todos los demás.

Me concentré en pensar únicamente en la fuente potencial de mi felicidad, la chica a mi lado que guiaba nuestras varitas a la misma dirección en el árbol más grande del bosque.

— No te preocupes ¿bien? —

No te preocupes, no te preocupes.

Sacudí mi cuerpo intentando relajarme, nada pasaba, nadie esperaba que llevemos a cabo un asesinato, nadie espera que sea una influencia para los mortifagos recién ingresados. Solo somos una pareja con buenas despreocupaciones.

Eso es mentira, una estúpida mentira.

— Expecto Patronum — salió de nuestros labios al mismo tiempo.

La verdad, esta es...

Somos dos seres que aprendieron a amar por medio del sufrimiento, tuvimos problemas incontables que se resolvieron con esfuerzo. Esperan que seamos una línea para los demás, nadie nos conoce, nos esforzamos tanto que duele dar cada paso.