Extremely Fucked | Draco Malfoy | +18

Fifty-nine

Capítulo sin editar.

Velada.

Atenea RookWood.

¿Qué hora es? Un fino rayo de luz estaba cayendo sobre mi ahora, goleando el párpado que me obliga sin ganas a despertar.

Estuve a punto de cambiar de posición para evitar la luz, pero mi mano cae a un lado de la cama, la sabana estaba alzada, la almohada arrugada, cama fría y sin presencia.

Gruñí pensando que Draco estaría ahí para abrazar, necesito un poco de calor, el sol brilla más pero el frío me arrebata todos los temblores.

Iba a llamarlo, gritar su nombre o algo, cuando el sueño cae sobre mí, con una mano sobre la almohada respirando el olor a alcohol desgastado sobre ella.

-

Cuando desperté deberían ser las tres de la tarde y algo más, estaba pesada, mi cuerpo se tambaleaba.

No vuelvo a tomar.

Me repetí varias veces como si eso fuera a pararme, ya lo hice una vez, puedo con otra.

La verdad el sabor de la cerveza o colilla quemada del cigarrillo estaban en mi paladar que tuve que cepillarme dos veces antes de que respirara y me atascara con la lengua.

Bajé las escaleras con cuidado colocando una mano en la baranda para soportarme, rodeé la sala.

No había nadie.

Ni siquiera en la cocina.

Draco debe estar en la mansión.

¿Cómo se pudo levantar tan temprano?

Bueno, igual son las tres de la tarde.

Me dirigí a la cocina, tenía un trabajo ahora, el peor; cocinar.

Recordé con pereza ver a Andrómeda leyendo un libro en el cuadro de campos de las escaleras, quería ir a verla, pedirle ayuda de como cocinar algo pero dudo que llegara a hablar soltar alguna palabra, ni ella ni yo.

Abrí el congelador, había fruta picada.

Bien ahí.

Agarré el tazón con un poco de yogur griego.

Terminé de agregar más frutas, azúcar, una cuchara, ese será mi día.

Parecía un zombie, uno que no ha comido su presa en un largo tiempo, un siglo quizás.

Luego de comer, subí para darme un baño, igual de largo que el tiempo de comida.

Abrí la llave viendo el agua caer sin ganas, estaba fría, refrescará mi cabeza y algo más.

Antes de entrar tomé la pastilla para la amnesia en la palma de mi mano, la bote dentro de mi boca e inmediato tragué con un poco de agua, odio las medicinas.

Mis pies tocaron el agua fría, congeló mis huesos mientras yo me recostada sobre la bañera.

Así que la pastilla comenzó a hacer su efecto.

Recordé algunas imágenes que viví en Hogwarts.

Detrás de una pared, descubrieron el ejército de Dumbledore.

Después otra cuando era pequeña.

Corrí por un pastizal viendo la lluvia acercarse a mi, Logan estaba gritando que corriera más rápido pero yo era más pequeña en estatura que él.

Y llegaron más recuerdos.

Me hundí bajo el agua calmando un poco mi migraña que obtuve, me dolía los muslos y tenía varias marcas en las caderas, inhale suficiente oxígeno para durar un tiempo.