Adiós separadores hasta que tenga otra vez buen internet, trataré de poner al menos 1 imagen así le doy algo de decoración a mi escritura (nota de hace 5 días).
Enganche internet de mi vecina, grande la vecina♡, así que voy a poder agregar algunas imágenes (nota del día 20/10/2021).
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-hay zonas rurales que no cuentan con el abastecimiento necesario de alimentos y demás elementos para subsistir al invierno, majestad.
El noble, tal como otros 4, estaban en la oficina del emperador. Dando su informe y esperando recibir alguna palabra del sol imperial, o al menos algo de atención.
-no muerdas -se quejó la infante alejando su dedo de la boca del felino negro de ojos azules.
-ya le pusiste nombre? -esta vez habló el rubio oji cerúleo que miraba al gato oji azul, el cual parecía estar jugando con la mano de la peli marron, e ignoraba que el otro felino negro de ojos ámbar estaba acostado en su escritorio encima de unos documentos.
-no se me ocurrió ningún nombre y Lord Felix dijo que iba a pensar en algunos para ayudarme.
-mmm -el emperador acercó su dedo a la cabeza del felino oji azul que al notar su acción, lo miro y refrego su cabeza con su mano.
Una gota de sudor corrió por la mejilla de todos los nobles al notar que ambos imperiales no les prestaban atención.
Cuando ingresaron a la oficina del emperador se sorprendieron al ver a la segunda princesa allí. Pero por otro lado lo vieron normal, ya que todos sabían sobre la estrecha relación que había entre ambos imperiales. O al menos eso se rumoreaba y algunos nobles lograban ver.
La princesa peli marron estaba en el regazo del emperador, el cual estaba sentado tranquilamente en su asiento con el codo apoyado en el brazo del asiento, apoyando su mejilla en el dorso de su mano y su otro brazo rodeaba parte del regazo de la princesa evitando una posible caída, mirando atento a la infante oji cerúleo azul que jugaba con el gato en sus piernas.
Desde hace largos minutos los nobles estaban hablando, pero a ninguno de ellos parecía importarles lo que decían. Incluso los gatos no se interesaban.
La puerta fue abierta dejando ver al duque Loebein, el cual sonrió amable a los nobles que lo miraban con ruego. El oji gris parpadeo curioso pero al mirar al emperador y a la princesa sonrió nervioso.
-majestad, los nobles han terminado con su reporte -el pelirrojo cerró la puerta y caminó hasta quedar a unos metros tras los dos imperiales.
