'La Mariposa oscura; Una poderosa mujer que dominaba todo tipo de magia oscura, fue aliada del poderoso mago de la torre y el grandioso emperador Athernitas de Alger Obelia. Su nombre era...'.
-Nyx.
Miro el poco contenido sobre su ancestro y luego hizo una mueca, en los libros que le habían dado solo encontraba hechos del mago de la torre, la mariposa y el emperador glorioso.
Pero no decía nada sobre sus poderes, su aprendizaje u otra cosa.
Habían pasado 10 días desde que estaba en el palacio garnet, se había comunicado con Kiel algunas veces por medio de cartas pero ella no volvió a ir a la finca Alfierce.
No deseaba hacerlo, ahora era ella quien no quería volver a su "hogar".
-Lady Seth, el mago Lucas todavía está curando a la princesa?.
Miro a la sirvienta que estaba dejando un poco de té en la mesa ratona del pequeño living en la habitación.
-así es Lady Jamileth, desea que le traiga otro libro? -miro amable a la menor que negó con la cabeza.
Por ese día tanto Felix como Lucas le habían dicho que descanse.
Así que estaba en su cuarto leyendo o a veces dibujando, aunque muy a su pesar estaba usando un vestido.
Ya no le quedaba ropa para entrenar ya que las sirvientas la estaban lavando y por el momento debía usar un vestido.
-puede llevarme a donde está el mago? -se levantó del suelo y se acercó a Seth que se quedó pensativa.
Nadie le había dado la orden de que se quedé en su habitación por todo el día, además que el emperador la dejaba ir a donde ella quiera mientras que no saliera del palacio garnet.
-claro Lady, solo déjeme ponerle sus zapatos.
La menos era rebelde y maleducada pero cuando estaba ante otras personas era seria y muy educada.
Lucas pensaba que sufría de doble personalidad pero se quedó callado al admitir que él también era así.
-le gustaría comer algún dulce?.
De su bolsillo sacó un poco de chocolate mientras la menor la miraba curiosa.
-pero Lady Lillian dijo que no podía comer muchos dulces -ladeo la cabeza curiosa haciendo que la mujer la mire encantada.
Ella respetaba mucho las palabras que le decía Lillian.
-es una niña muy educada y obediente -la halago maravillada.
Yami parpadeo curiosa, acaso no era normal obedecer lo que decía la mujer que te cuidaba y te daba de comer?.
En esos días Lillian junto a otras sirvientas se encargaban de Jamileth, y la menor las trataba a todas con respeto.
-aquí tiene un poco de chocolate...pero no le diga a Lily por favor.
Cerró sus ojos temerosa al recordar las palabras de la nana.
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