"Plan fallido (2)".

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Cuando todos estuvieron despiertos, los sirvientes prepararon todo para que los duques partieran igual que la condesa. Quien decidió volver a la ciudad imperial al menos hasta que su sobrina mayor despierte y consiga otro acercamiento con su sobrina menor.

Desayunaron todos juntos aunque la princesa se notaba extraña, ya no parecía tan preocupada sino dudosa.

Los adultos supieron que la menor no pidió cenar nada haciendo que la duquesa se preocupe pero era comprensible.

Cuando partieron, la gemela mayor fue llevada en brazos por la duquesa que fue en el carruaje imperial junto con la princesa, claramente a pedido de la segunda estrella.

El viaje al ducado fue rápido gracias a las piedras de traslado que brindó el emperador para el viaje de la princesa.

Cuando llegaron, el duque mandó a llamar al médico de su casa. Quien acudió a los minutos.

-su cuerpo está en perfectas condiciones, parece estar procesando un cambio en su cuerpo, aunque tiene principios de fiebre -el hombre tocó la frente de la peli marrón que estaba en la cama.

-fiebre?, es contagioso? -el duque frunció el ceño acercándose un poco a donde estaba su hijo y la princesa.

Quienes estaban al otro lado de la cama viendo a Jeanette.

-sí -lo dicho por el doctor hizo que la duquesa se exalte y se aproxime a los niños agarrando sus manos.

-Kiel, alteza, quédense a mi lado -los alejó unos metros ante su curiosidad.

Rosalia rodó los ojos por la preocupación de su hermana, Roger siguió mirando al doctor que se levantó y los miro.

-es recomendable que el joven duque y su alteza no se acerquen a la jovencita, ella despertará, pero es mejor no exponer a los niños, que son más propensos a contagiarse. A los adultos no les afectará en lo más mínimo.

-si ellos llegarán a contraer la fiebre, qué se les puede dar? -la duquesa llamó su atención haciendo que la mire.

-pueden darle un té de hierbas o jugo de frutas, es lo más esencial para protegerlos de cualquier enfermedad y que sus defensas no disminuyan.

Jamileth miro a Kiel, que también la miro, ambos hicieron una mueca de desagrado al recordar los remedios que les daban al enfermarse.

Aún estaban siendo sostenidos por las manos de la duquesa, que parecía no querer soltarlos hasta que salieran de la habitación.

Cuando el médico se fue siendo guiado hacia la salida por el mayordomo, todos salieron dejando que las sirvientas se hicieran cargo del cuidado de Jeanette.

-no me puedo despedir? -miro a su tía mayor, que negó con la cabeza.

-no querida, ya escuchó al doctor, es contagioso y no sabemos qué más puede sucederle.

Jamileth hizo una mueca al no poder ver a su hermana.

-alteza no se preocupe, le enviaremos todos los días una carta para informarle del estado de su hermana -el duque llamó su atención haciendo que lo mire.

-...bien.

-es una lástima que ya tenga que irse -la condesa se acercó a su sobrina -pensé que el emperador la dejaría pasar más tiempo con su familia -le sonrió con dulzura mientras los duques la miraron con irritación y el duque pelirrojo con seriedad.

-en realidad, yo quiero irme -la menor los dejó sorprendidos, menos al joven duque y al caballero escarlata.

-y-ya veo, entonces, espero volver a verla alteza -la condesa hizo una reverencia pero la princesa miro a su primo.

//𝙴𝚂𝙿𝙰𝙳𝙰 𝙼𝙰𝙻𝙳𝙸𝚃𝙰.//² ⁽ᴾᵃᵘˢᵃᵈᵃ⁾.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora