[̴͖͍͇͊͊̒𝐾𝑎𝑟𝑙 𝐻𝑒𝑖𝑠𝑒𝑛𝑏𝑒𝑟𝑔]̴͇̟͎̈́͛͘

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(Heisenberg se volvió uno de mis favoritos, junto con Hank

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(Heisenberg se volvió uno de mis favoritos, junto con Hank.)

(No me sé la edad del señor, pongamos cualquiera

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(No me sé la edad del señor, pongamos cualquiera...)

Un licantropo masticaba pedazos de carne humana disfrutando su presa, las arterias y las venas ser arrancadas y digeridas por el animal.

Cerca de la criatura, la mirada pérdida de una niña mirando al licantropo, su cogote rajado como papel.

"Pendeja boluda..."

Pensaste viendo por la mira del franco, recargaste la bala aún viendo tu objetivo. Con suerte que no se mueva.

En ese momento el bicho agarra la cabeza de la niña, alzándola sobre su cabeza. Soltó su cabello dejando caer la cabeza en sus mandíbulas.

Se quedó atascado,  calculando mal el tamaño.

Era tu oportunidad.

Ya con el franco cargado disparas a tu objetivo, la bala cayó en su garganta no tan notable por su pelaje, la bestia gritó cayendo al suelo restregandose en el suelo.

Pones tu arma sobre tu hombro, bajando de un salto el techo de madera y acercándose al licantropo.

Sonreíste al ver los fragmentos de vidrio separarse de su cuerpo, el animal  retrocedió lo que pudo...

Pero cayó flácido (O tieso, como se diga.) En el duro y frío suelo. Con tu pie moviste los restos de su cuerpo sacando el hermoso cuerpo de cristal del animal.

Lo guardaste en tu bolsa junto a los demás, yendo con el Duke para intercambiar unas cosas...

Lo guardaste en tu bolsa junto a los demás, yendo con el Duke para intercambiar unas cosas

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—Escúchame bien sapo, dónde está el puto frasco?

Los sollozos del mutante resonaron en el cuarto destartalado, ocultando su cara detrás de sus manos.
En tu mano el cuchillo del humano qué busca su hija.

—Sabes que Miranda estará furiosa contigo, no?, eres un inútil. Sólo por ser puto un enorme pescado no significa que puedes dejarlo dónde quieras...

Fuiste dónde la pequeña mesita, agarrando el frasco y guardarlo en tu mochila.
Moreau soltando súplicas de que no te lo llevarás o le diría a Miranda.

Pero sabías que la bruja te tenía confianza...
Saliendo de los túneles, uno de los cuervos descansó en tu brazo. Sus orbes negros viendo tus ojos, una rata muerta como regalo al ver el collar colgar de su cuello.

Lo escondiste y emprendiste camino al almacén...

Lo escondiste y emprendiste camino al almacén

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—Tranquilo Karl.

Hablaste al mayor quién lucía nervioso, varios trozos de metal volando por la habitación.

El hombre giró en tu dirección su mirada furiosa, empezó a hablar de Alcina y sobre Ethan que estaba en el castillo Dimitrescu.

Te levantaste del asiento acercándote a tu pareja, esquivando algunos metales.
Acaricias su mejilla y juegas con su cabello, el anciano suspiró cerrando sus ojos.

Besas su frente, agarras su mano y lo obligas a que te siga.

Abres la puerta del cuarto empujas a Karl adentro, tiras de su camisa besando sus labios secos.

El mayor ríe en mitad del beso tocando tu cintura, se saca su sombrero y lentes dejándolos por ahí.

Acaricias su pecho bajando hasta su pelvis, empujas al mayor contra el escritorio. Su cabello obstruye su vista de tu cara burlona...

Karl fumó un puro mientras descansó en tu pecho, tu leías un libro sobre el sadismo

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Karl fumó un puro mientras descansó en tu pecho, tu leías un libro sobre el sadismo.
El mayor ni podía enderezarse debido por el dolor en su espalda.

Sentir como juegas con su cabello lo tranquiliza lo suficiente para cerrar sus ojos.

Acaba el puro extinguiendo en el cenicero,  te arrebató el libro de tus manos dejándolo en la mesita de luz.

—Vamos a dormir,  mañana tenemos otra junta.

—Mm... Dale.

Las sábanas los cubren hasta sus cinturas, ya que la temperatura de ustedes dos era suficiente...

Las sábanas los cubren hasta sus cinturas, ya que la temperatura de ustedes dos era suficiente

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𝑀𝑎𝑙𝑒 𝐶ℎ𝑎𝑟𝑎𝑐𝑡𝑒𝑟𝑠 𝑥 𝑆𝑒𝑚𝑒! 𝑀𝑎𝑙𝑒! 𝑅𝑒𝑎𝑑𝑒𝑟Donde viven las historias. Descúbrelo ahora