𝕲𝖊𝖓𝖊𝖗𝖔: 𝕱𝖑𝖚𝖋𝖋 (𝕾𝖚𝖆𝖛𝖊.)
"______-𝖘𝖊𝖓𝖕𝖆𝖎..."
A simple vista de todos, Malleus tenía la fachada de ser intimidante.
Muy intimidante...
Hasta que te conoció.El joven de cabello azabache se había perdido en la academia, Lillia había desaparecido dejándolo sólo son indicadociones de por dónde ir.
Intentó hablar con los demás estudiantes, pero solo huían asustados al ver esos orbes afilados y grandes cuernos negros.
Malleus suspira desanimado, su primer año no fue como lo planeó, jugó con sus dedos enguantados caminado por los pasillos desolados.
—Ay...—
Él retrocede al golpear la espalda de alguien sosteniendo su nariz.
—Lo siento.—
Sus ojos se abren al ver con quién chocó, un chico más alto que él y cuerpo ancho.
Ahora no estaba de espaldas, ojos afilados y cabello largo que era de un hermoso color (c/p).—No importa, ¿tu nariz está bien?—
Preguntas al ver como aún sostiene su nariz.
—Eh... Creo que sí.—Te acercas a él y apartas la mano de su cara, un hilo de sangre manchar sus labios finos.
—Te sangra la nariz, como tu superior tengo que cuidar a los menores de mi dormitorio, vamos.—
Sin esperar su respuesta caminas agarrando su muñeca yendo a la enfermería.
Malleus no se dio cuenta que era de su dormitorio...
Y su Senpai.(...)
—Se te ven bien los tacones.—
Malleus gira sorprendido al verte apoyado en la puerta de su cuarto, con el uniforme de Diasomnia.
—Buenos días ______-senpai.—
Caminas en su dirección, agarras el sombrero de sus manos y ves sus cuernos, pones el sombrero apartando mechones de su cabello.
Ríes al sentir un ronroneo provenir de él, sus brazos rodean tu cintura y esconde su cara en tu pecho. Le correspondes el abrazo con cuidado de que sus cuernos no te lastimen.(...)
Ambos yacían en clase de pociones a un lado de toda la clase, Malleus irritado por el aroma se puso en una esquina escuchando los regaños del profesor Crewel.
—Ponte esto, te llevaré a la enfermería después.—
Un pañuelo frío hace contacto con su nariz, aliviando un poco la irritación.
Malleus te miró con los ojos llorosos sin poder decir algo.—Es normal, usaron plata en la poción y sabemos que las hadas no lo toleran. Por suerte a ti solo te da alergia.—
Después de que fueron a la enfermería y avisarle a su profesor, Malleus jugaba con tu cabello suelto.
Tu acostado en sus piernas agarrando sus muslos cómo almohadas disfrutando de las caricias.—_____-senpai. —
Malleus te llamó, tus ojos chocaron con los verdes llamativos.
—Lo amo.—
Te sientas en su cama tirando de sus hombros lo besas en los labios, sus brazos rodean tu cuello profundizando más el beso.
Tú mano baja y aprieta su muslo, un jadeo del azabache hace que tu lengua entre en su boca y jugar con el suya.Ese tipo de beso causó que Mallues se quedará sin aire, tocó repetidas veces tu hombro y se separó del beso.
—Lo siento Malleus, me dejé llevar.—
Acomodas su uniforme, sus mejillas estaban rojas y su respiración era ajetreada.
Mordió tu dedo como de costumbre sin saber que hacer.—Mmh...—
Sus ojos estaban lagrimeando, soltó tu dedo entre sus dientes y te tiro en la cama con un abrazo.
Por suerte sus cuernos no te lastimaron, acaricias su cabello sin saber como consolarlo.—Malleus, siéntate. —
Negó escondiendo su cara en tu pecho.
Rodeas los ojos, te sientas en la cama aún con él escondido en tú pecho.Lo agarras por sus mejillas y besas su frente, ahora solo solloza en silencio.
—Debes de dejar de llorar por todo.—
Hablaste dejando un beso en sus labios para escapar de su agarre y salir del cuarto.—¡______-senpai!—