—Eres alguien tan triste Louis~— Habla el lobo bicolor sentado en el suelo del teatro, ver al ciervo rojo ensayar para su papel. No te acuerdas del nombre, pero era para recibir a los nuevos de primer año.
—No sé de qué hablas ______.—
—Oh lo sabes perfectamente ciervito.—Te levantas del suelo y caminas a su lado, tu hocico cerca de su oído.—La coneja del club del jardinería...—
Susurras cerca de su oído, sientes como su corazón empieza a latir con rapidez y el olor a desesperación sacan una sonrisa de tu cara.
—¿Qué demonios quieres lobo?— El macho más bajo gira quedando cara a cara con él carnívoro, tu respiración pesada sólo empeora el momento.
—Nada... pero deberías tener cuidado, el otro día vi a una coneja arlequín pasar por ahí cerca. Tuviste suerte de que me haya visto... ¿Si no que cosas hubiese dicho ella?—
Apartas su mano de tu hombro y caminas a la parte trasera del escenario para ir con el lobo gris. Dejando al ciervo en el escenario mirando el suelo tratando de recordar una coneja arlequín en la escuela.
(...)
—Legoshi, mi dulce lobo ¿cómo estás?— Preguntas mientras te sientas en tu cama, en ella yacía el lobo gris enfermo tapado hasta el cuello.
—Mal...— Ves sus orejas contraerse, acaricias su cabeza consolandolo de alguna forma.
—Te traje algo para que comas, siéntate yo iré a buscarlo.— Vas a tu escritorio y sacas dos cajas de sanguches de huevo revuelto.
Le das una y sonríes al ver su cola menear al saber lo que había dentro.
—N-no debías...—
—Tonterías Legoshi, come, es tu recompensa por seguir vivo.—
—Cállate _____.—
(...)
Los grillos era lo único que se escuchaba en la fría noche, la luna resaltó junto a las estrellas sin ninguna nube que las tapara.
En las habitaciones, una en particular yacían dos lobos de distintas especies en la cama. Uno de ellos yacía vendado durmiendo y abrazando al lobo gris quién abrazó con fuerza al lobo bicolor.
Legoshi estaba en alerta, sus orejas atentas ante algún ruido que interrumpiera su paz, su cola estaba entre sus piernas y lo único que miraba era tu rostro descansando después del incidente. Sentía el olor de la sangre en los vendajes.
Tú sangre...
Ignora las cosas que piensa jugando con tu pelaje, era tan largo y suave que sí el también podría se lo dejaría crecer.
"Debería de pedirle consejos a Juno... No ella está obsesionada conmigo según me dijeron los chicos... Se lo pediré a ______ cuándo esté completamente sano."
Se acomoda mejor en tus brazos, su cola se meneaba a fuera de la cama al sentir como lo atraes hacía ti, gritando internamente el esconde su cara en tu frondoso pecho tratando de ir a dormir...
Pero sus ojos se abren al recordar si había guardado esa revista que le había dado Gohin...
"Mañana se la devuelvo..."
(...)
En el club de teatro ayudas con la decoración de fondo.
—______, ¿me ayudas?—
—Claro.—
Caminas hacia uno de los pilares falsos caídos, arriba de ustedes yacía uno con una soga en mano atado a ése pilar.
Tiró de la cuerda y ustedes se ponen debajo de el, impulsando el pilar hasta que quede bien puesto.
—Gracias ______.—
—Mmh.—
Una breve respuesta de tu parte caminas a la parte trasera, encontrando a los demás practicando. Ves a la loba de primer año hablándole a Legoshi, quién lucía nervioso por ella. Ya conoces éste momento, morderte la punta de la lengua y sacar a Legoshi de ahí.
—Legoshi, ¿puedes venir un segundo? Te esperaré en los baños.—
—E-está bien, iré en un minuto.—
(...)
Legoshi apoyó su cabeza en tu hombro sin ganas de moverse de tú cama, ambos yacían en la cama descansando abrazados.
—No puedo creer que te pongas celoso de Juno...— Habla Legoshi jugando con tú mano, olía tu ira hacia la loba de primer año.
—Me molesta que sea así, nada más.—
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(No soy furra, pero debo de subir algo. ) <Feliz año nuevo.>
