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Shu tenía su corazón.
Gracias a él.
Eres él mejor amigo del peli-rojo, bueno eras hasta que vino la rubia, la primera vez que la viste un mal presentimiento vino a tu mente.
Decidiste no decir nada y continuar con tu vida.
Estabas hablando con él quien andaba muy distraído, le llamaste exaltándolo.
"¿Bien? Estas en las nubes de vuelta Ayato."
"Ore-Sama para ti, no es tu asunto igualmente, nos vemos."
Viste como salía del lugar dejándote sólo, solo alzaste los hombros volviendo a lo que estabas haciendo.
...
Quien diría que la amistad cambiaría a odio mutuo.
Desdé ése día empezó él mal trato, Ayato molestándose cada día haciendote bromas de mal gusto, burlándose y hasta armar peleas que básicamente tu ignorabas.
'Otra de sus etapas.'
Estabas en la cafetería sentado leyendo un libro y él peli-rojo siendo un idiota como siempre.
'Hablando del rey de Roma...'Entró con sus hermanos y la humana, quien al parecer tenía un aire de grandeza al tener los 6 chicos con ella.
...
"¿Y si lo molestamos?"
"No hagas algo de lo que te arrepentirás después Ayato."Hablo Reiji, también leyendo uno de sus libros.
"Tranquilo Reiji, solo una inofensiva broma, total él la ignoraría."
"Si claro, rompiendo uno de sus objetos queridos...saldrás muerto."Habló él rubio acostado en su silla.
Ayato te vio a unas mesas lejos de él, sonrió parándose y yendo hacía tu mesa.
"Oi, _________."
"¿Necesitas algo Ayato?" Ni levantaste la mirada para verlo.
"Quería preguntarte, ¿Por que me estuviste ignorando todo este mes?"
"Eso debería preguntarte lo yo."
Cansado de que no le dieras la atención que quería agarró él libro, rompiéndolo por la mitad.
Todas la personas se giraron al escuchar el ruido, algunas personas miraron asustadas y otras con burla al peli-rojo."¡Estas muerto Sakamaki!"Gritó un chico al azar.
Los demas hermanos miraban a la mesa, los 2 de los trillizos sonreían con la rubia a escondidas y los otros 2 serios, él rubio solo sonreía con los ojos cerrados.
Delicadamente te paraste de la silla, tu mirada no reflejaba nada, tu mirada se posó en sus ojos verdes.
"Hasta que me prestas atenci-"
Le agarraste del cuello apretándolo acercándolo a ti.
"¿Quieres atención? Te la daré, pero a mi forma."
Lo estrellaste contra la pared dejándole una grieta, te acercaste a él levantándole el mentón.
"Espero y recapasites lo que acabas de hacer, nos vemos."
Lo dejaste tirado agarrando él libro destrozado una chica con tu misma apariencia se te acercó agarrándote la mano y sacandote del lugar en silenció.
"Au...eso tuvo que doler."
"Es un demonio, era obvio que se le iba a acabar la paciencia al chico."