Acosada... -Hoy descubrí algo, Dakoya.- dijo Jamie su voz ronca y áspera. - ¿Qué cosa?- preguntó, encogiéndose aun más con cada palabra que decía. - ¿Por qué no me dijiste de que estabas embarazada? La cara de Dakota palideció. Su corazón martilló mientras sentía algo romperse en su interior. - Respóndeme.- exigió él. - No sé de qué me estás hablando.- dijo ella con un hilo de voz. - Sabes perfectamente a lo que me refiero. Ahora dime, ¿Quién era el padre? - ¿Cómo supiste todo esto? Jamie la ignoró. - ¿Fue Matt, verdad? Dakota negó con la cabeza rápidamente. Pero Jamie no le creyó. Nico ladró a un lado de él y lo jaló nuevamente del pantalón. - Suéltame.- gruñó Jamie ,apunto de perder toda su paciencia. Nico no obedeció.- ¡Que me sueltes, maldita sea!- rugió y pateó a Nico en las costillas, lanzándolo lejos de él. Un quejido canino se escuchó mientras que Nico lloriqueaba pidiendo atención. - ¡Jamie!- exclamó Dakota, furiosa. Se acercó a Nico con la intención de ver si había sufrido algún daño, pero antes de que pudiera agacharse a un lado de él Jamie la cogió fuertemente del brazo llevándosela al interior de la casa.- ¡Suéltame! - Cállate.- dijo él, con su típica expresión fría. Helada. Jamie la tiró en el sillón de la sala principal. Dakota intentó levantarse pero él la mantuvo inmóvil mientras la sujetaba de los brazos. - Ahora quiero que me respondas todas las preguntas que te haré.- dijo él. Sus ojos quemaban mientras la miraba con ira.- y mas te vale que me digas la verdad, o sino lo Lamentarás.... - No te diré nada.- dijo Dakota, con un leve temblor en la voz, que Jamie notó. - Claro que sí. Me lo dirás por las buenas o por las malas. Tú escoge.- endureció la mandíbula, y un músculo empezó a palpitar allí.- estabas embarazada.- susurró. Su corazón se encogió mientras la idea de que Dakota hubiese sido madre lo consumía por dentro.- ¿Por qué no me lo dijiste antes? Dakota esquivó su mirada, débil. Apretó los labios, en un intento por no echarse a llorar. - Da igual. Ya no estoy embarazada, ¿Qué importa? - Mírame.- le cogió la barbilla con suavidad y le giró la cara para mirarla a los ojos.- tú amabas a ese bebé.- murmuró. Una lágrima cayó de sus ojos, que él mismo se encargó de quitar al limpiarlo con su pulgar.- a mí si me importa, Dakota. Quiero saberlo todo. - No quiero hablar sobre eso.- musitó. Jamie podía notar el dolor en su voz, y a la vez, a él también le dolía. Deseaba con todo su ser poder Abrazarla. Protegerla en la calidez de sus brazos mientras la besaba con ternura. Pero no se ablandó. - Pues vas a tener que hacer el esfuerzo de decirme.- le dijo sin escrúpulos.- quiero escucharte decir la verdad. Dakota suspiró. Conociendo a Jamie, sabía que se le sería imposible mentir le. Y por más que le dolía recordarlo, se obligó a sí misma en responderle con la verdad. - Matt era el padre. Jamie apretó los puños al escuchar el nombre de la persona a quién mas odió. De todos los novios que tuvo Dakota, él fue el peor. Sus manos temblaban por la fuerza que ejercía mientras que sus nudillos se volvían blancos y unas venas gruesas resaltaban a lo largo de todo sus brazos. Matt era un hombre que Dakota conoció al entrar a la universidad, al pasar el tiempo él le pidió ser su novia y ella encantada aceptó. Lo amaba con locura. Fue el primer hombre a quién le entregó su virginidad. Todo marchaba bien, hasta que Jamie se enteró de su relación. Él mismo se encargo de que Matt terminara con Dakota, mediante cartas y llamadas amenazándolo de muerte. Cuando Matt terminó con Dakota, ella pensó que moriría. Para ese entonces odiaba a Jamie con todo su ser. Deseaba tener su cabeza en una bandeja. A los meses después ella se enteró de que estaba embarazada de Matt. Decidió contárselo pero cuando lo hizo, él se acobardó, y rechazó la idea de ser padre. Le ofreció a Dakota la idea de abortar, pero ella le negó, diciéndole que iba a encargarse del bebé ella sola. A los pocos días después se enteró de que Matt se había mudado de la ciudad. Con tan solo veinte años de edad y con el corazón roto, Dakota se mantuvo firme a la idea de ser madre. Añoraba el día en que su hijo naciera y ella pudiera tomarlo en sus brazos. Pero la suerte no estaba de su lado. Con tan solo tres meses de embarazo, sufrió de un aborto espontáneo. Desde ese día sufre por la pérdida de su hijo, que hasta hoy en día no ha logrado superar. Se sentía sola y abandonada....
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acosada
RomanceTe estaré vigilando...» Dakota no puede olvidar las últimas palabras de Jamie Dornan, el hombre al que una vez consideró tímido y conservador, y ahora lo describe como impulsivo y agresivo.