18

75 4 0
                                    

Jamie se volteó, la tomó de las mejillas y la besó. Un beso tierno, lento. Dakota suspiró contenta. Le encantaba la manera en que la besaba, y cada vez que lo asía, estaba convencida de que Jamie sentía algo por ella. Por más pequeño que fuese, él le demostraba que sentía cosas especiales por ella y ante el simple pensamiento que la amaba, el corazón se le aceleró por la emoción. Jamie rompió el beso y la miró como si fuese lo más precioso que sus ojos pudieran ver. - Me encantas tanto. Aún tienes ese don de hacerme enloquecer cada vez que te veo. Su confesión la hizo sentir una alegría inmensa en su interior. Sonrió y Jamie juró que vio un destello especial en sus ojos. Dakota vio que era un momento perfecto para preguntarle sobre lo que realmente sentía sobre ella, y no dudó en hacerlo. - ¿Qué es lo que sientes por mi, Jamie? - No lo sé, Dakota. Lo único que tengo claro es que te quiero y que no aguantaría un solo día sin ti. Ahora Dakota estaba segura de que la amaba. No hacia falta que lo dijera, bastaba ver la forma en que la miraba y notar el brillo en sus ojos cuando hablaba de ella. Nico apareció detrás de ellos corriendo, y le ladró a Jamie cuando intentó besar a Dakota. Jamie puso los ojos en blanco, fastidiado. - ¿Esto va a ser así cada vez que intente besarte? Dakota se rió. Le besó rápidamente los labios, tratando de reconfortar lo. Aun así Jamie no se quedó satisfecho e ignorando los ladridos de Nico, la tomó de la nuca y la devoró en un beso hambriento. Un beso con lengua. Dakota gimió, una deliciosa melodía que llenó sus oídos. Jamie bajó su mano y le acarició un seno, sintió al instante su pezón endurecerse por el tacto y deseó poder hacer lo mismo pero con la boca. - Me gustas tanto.- admitió él, más que un susurro, se escuchó como un ronco sonido.- mira como me pones….-bajó su mirada a la enorme erección que tenía entre los pantalones. De repente, se escucho un ruido. Jamie gruñó, ignorando el molesto sonido de su celular sonar y siguió besándola. Dakota trató de hablar entre tantos besos. - Jamie , contesta, puede ser importante.- dijo ella, entremedio de jadeos. - Nada es más importante que estar contigo. Pero el celular siguió sonando, insistente. Jamie se cabreó y de un tirón sacó el celular de su bolsillo y contestó. -Que. - Uy, que ánimos. Te hace falta una buena follada.- se rió. - ¿Qué mierda quieres, Peter? - Te tengo noticias. Es sobre Jeremy. Jamie se tensó. Apretó el celular contra su oreja mientras veía a Dakota  mirando Asia el acostada . Hace mucho tiempo que no oía la pronunciación del nombre de su padre. Habían pasado años, sin saber nada de él en ese momento se alejo de la habitación y prestó más atención a la conversación. - ¿Qué pasa con mi padre?- preguntó Jamie. - ¿Te acuerdas que hace cinco años lo trasladaron a la cárcel de Iowa? - Si. - Bueno, pues resulta que ayer lo trasladaron otra vez a la cárcel de Philadelphia. Jamie vaciló. La última vez que habló con él fue desde una llamada telefónica, y no habían terminado de la mejor manera. Jamie había desquitado toda su ira en él y cuando supo que lo trasladaron a la cárcel de Iowa, se olvidó de él. Pero ahora que volvió a Philadelphia, eso cambiaba muchas cosas. Y eso significaba que ahora veía una oportunidad para al fin volverlo a ver.....

acosada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora