- Nada.- dijo mientras levantaba los platos sucios y caminaba hacia el lavaplatos. Dakota lo siguió. - No te creo, dime. Jamie cerró los ojos por unos segundos, y se torturó a sí mismo con una imagen de ellos dos desnudos en su cama. Estaba exitado en forma de respuesta, exigiendo atención. Abrió los ojos y miró sus labios. Eran carnosos y exuberantes, y tenían un color rosado natural. Demasiada tentación para un hombre como él. Jamie se relamió los labios sin apartar sus ojos de su boca. - ¿De verdad lo quieres saber? Dakota asintió. - Lo que pasa es que me muero por besarte. Dakota se quedó congelada. Abrió la boca para decir algo, pero antes de que pudiera hablar, ya tenía los labios de Jamie sobre los suyos. Ella gimió en respuesta y no lo pensó demasiado para corresponderle el beso. Jamie bajó sus manos de su espalda hasta su trasero. Apretó. Dakota dio un Respingo pero no se alejó. Todo lo contrario, le encantó. Jamie sonrió sobre sus labios y la apretó más hacia él. Y le volvió a comer la boca, con desesperación. Dakota apenas pudo respirar cuando se separaron. - Eso fue… - Extraordinario.- completó él.- me encanta tocarte. - Mmh…- susurró, mientras desabotonaba los primeros botones de la camisa de Jamie y recorría con las manos su pecho. La erección de Jamie se hinchó mientras se sentía desfallecer.- y a mi me encanta que me toques… - No me provoques, nena. - Uh, que malo Dornan .- se río. Jamie bajó su mirada descaradamente hacia sus pechos, los cuales lo llamaban pidiendo atención.- ¿Te gusta lo que ves, cariño? - Si.- su voz sonó ronca mientras sus ojos ardían por el deseo de tocarla. Dakota cogió sus manos y las colocó sobre sus pechos. - Tócame. - ¿De adonde había salido esa Dakota tan descarada? Ni ella se reconocía. Solo sabía, que su cuerpo hervía de deseo por él. Jamie no la tocó, pero tampoco retiró sus manos de allí. - ¿Qué pasa? Por lo que recuerdo, antes Morías por hacerme tuya … ¿Y ahora? Jamie.......
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acosada
RomanceTe estaré vigilando...» Dakota no puede olvidar las últimas palabras de Jamie Dornan, el hombre al que una vez consideró tímido y conservador, y ahora lo describe como impulsivo y agresivo.