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Dakpta  bajo del avión y recogió sus maletas. Salio del

aeropuerto y fue en busca de algún taxista que la

pudiera llevar, pero no hizo falta ya que un muchacho

que traía un cartel con su nombre y apellido llamó su

atención.

Xxxx- ¿Dakota Jonshon?

Tu - Soy yo.- dijo ella acercándosele. Él la miro de pies a cabeza, deteniéndose

involuntariamente en su escote. Dakota se aclaro la

garganta.

Tu- ¿Quién es usted?

Xxx- Soy Frank, el detective John me envío para asegurarse de que llegaras bien.- dijo, inclinándose

para tomar su equipaje con una facilidad increíble que

a ella le sorprendió. Sus músculos se tensaron

.Frank- un gusto conocerte, guapa.

Tu- Digo lo mismo.- sonrío.

Frank - Ven, vámonos.-

*impaciente ahora por llegar, no

espero haber si estaba de acuerdo, simplemente se dirigió hacia la salida. Dakota lo siguió detrás de él. Frank metió su equipaje en el maletero y se subió a su Lamborghini.

Tu - ¿A dónde me piensas llevar?- pregunto ella,

colocándose el cinturón de seguridad. Frank se coloco sus gafas de aviador y la miró.

Frank - Primero te llevare a tu nueva casa.- metió la llave al contacto y arrancó.

Frank- es muy bonita, ya veras. Manejó y aparco en una esquina. Se bajaron y Frank

saco su equipaje, mientras que Dakota miraba por

fuera su nuevo hogar.

Frank - Te enseñare la casa por dentro. Vamos.- hizo un gesto con la cabeza, indicando que lo siguiera. Ella obedeció y lo siguió por detrás. Frank metió la llave en la cerradura de la puerta principal y entró seguida de Dakota. Él dejo su equipaje en el piso y empezó a hablarle sobre la casa.

Frank - La casa consta de 3 dormitorios y 2 baños.- le explicó.- el camión de mudanza llegara mañana junto

con tu auto. Toma, aquí están tus llaves.- extendió su mano y Dakota las tomo.- mañana vendré para ayudarte.

Tu- No tienes por qué hacer todo esto.- dijo, echándole una rápida mirada al interior de su casa. Las paredes eran blancas y no había ningún mueble puesto, salvo la chimenea que era lo único que había en la sala

principal. Más tarde se encargaría de darle vida al lugar.

Frank- Es mi trabajo, nena. Cumplo las órdenes del detective John.

Tu:¿Eres su ayudante, o algo por el estilo?- pregunto, interesada por saber más de él.

Frank:Principiante.- le corrigió.- aprendo de apoco, algún

día llegare a ser como él o incluso mejor.- dijo, esbozando una hermosa sonrisa.- mi misión por ahora

es encargarme de que nada malo te suceda estando

aquí en California, hasta que capturemos a Jamie.

Tu: ¿Tu crees que él sea capaz de haberme seguido?-dijo, sintiendo como el miedo de que Jamie estuviese en el mismo lugar que ella la inundaba, una vez más. Frank se encogió de hombros, indiferente.-

Frank:Es posible. Jamie es un hombre impulsivo, está!obsesionado contigo. Pero tranquila, mientras este yo

aquí no te pasara nada.- miró el reloj de su muñeca.-

se esta haciendo tarde y tengo que recoger a mi hermana del instituto.- camino hasta la puerta principal y, antes de irse, añadió

Frank:deberías llamar al detective John.

*Horas mas tarde, cuando ya anochecía, Dakota se encontraba en su cuarto desempacando las cosas de

sus maletas al mismo tiempo que bailaba al ritmo de

la canción que salía de la radio. De repente, escuchó

el sonido de algo romperse en el primer piso. Se

sobresaltó y enseguida bajo el volumen a la radio. Con el corazón latiéndole cien por segundo, bajo al

primer piso y encendió las luces. Todo estaba normal

salvo por el vidrio roto que yacía en el suelo y el

papel envuelto en una piedra.

Mierda.- masculló.- ¡Mierda! Ni siquiera se preocupo por leer la carta, simplemente

corrió hacia la seguridad de su cuarto y tomo el

teléfono.

Tu: Detective John, soy Dakota....

acosada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora