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Frank terminó de instalar la alarma en toda la casa. - ¿Ves esta luz que esta en el interruptor?- le

pregunto, señalándolo con el dedo. Dakota asintió.-

bueno, cuando este de color verde significa que esta

activada, pero si esta de color rojo... Mientras él hablaba, Dakota hizo una lista mental de

las cosas que iba a hacer en los siguientes días.

Primero: compraría un rottweiler, uno de esos perros

grandes y agresivos, para que la protegiera en caso

de que a Jamie se le ocurriera entrar a su casa.

Segundo: se conseguiría uno de esos aerosoles de pimienta, de las que caben en el bolso, por si se cruzara con Jamie en la calle. Y tercero: se inscribiría

en alguna clase de defensa personal. Haría hasta lo

imposible por mantenerse alejada de Jamie. - Dakota.- la llamo Frank, sacándola de sus

pensamientos.- ¿Me estas escuchando? Ella parpadeo un par de veces antes de contestar. - Oh, si, si.- hizo una pausa.- ¿Qué decías? Frank rodó los ojos. - Coloca atención, es importante. Te decía, que en

caso de alguna emergencia aprietas este botón.- lo

señalo con el dedo.- y la policía vendrá de inmediato.

Colocas la clave que te dije y la alarma se activara.

También, hay otro como este en tu habitación. Y si

aprietas este botón.- le dijo.- vendré yo. Dakota arqueo una ceja. - ¿Te colocaste a ti mismo? - Ya sabes, por si acaso.- dijo, encogiéndose de

hombros.- no te olvides de colocar la alarma cada vez

que salgas de la casa. Jamás lo olvides, es por tu

propio bien. - No lo haré.- dijo, un poco irritada por el tono de voz

que usaba él para hablarle, aunque sabia que era por

su seguridad. - Bien, así Jamie no podrá entrar.- frunciendo el ceño,

Frank recordó algo.- me dijiste que Jamie quebró tu

vidrio con el fin de enviarte una carta. ¿Qué decía? - No la he leído aun. Tenía miedo de hacerlo. - ¿Puedo leerla? Dakota asintió y fue a su cuarto para tomar la carta del

velador y regresar hacia el primer piso. El papel

estaba arrugado, la letra era redonda y preciosa,

escrita con una tinta de color negro. Frank se aclaro

la garganta antes de comenzar a leer en voz alta.

"Querida Dakota, me he enterado de que has tratado de huir de mi. No puedes escapar, te conozco más de lo que puedes imaginar y si sigues así me veré

obligado a castigarte. Mmh... ya quiero tener todo ese

cuerpecito para mí. Te prometo que disfrutaras de

este juego tanto como yo. Pero por ahora, cuídate, por qué ni ese tal Frank lograra alejarte de mí. Ya te

perdí una vez y no permitiré que vuelva a suceder.

Esta vez serás mía, y para siempre. El Homonimia"(fenómeno). Al terminar de leer, Frank hizo una mueca, extrañado

por el nombre que usó al final de la carta. - ¿El homonimia?¿Qué clase de sobrenombre es

ese?- pregunto él. Dakota suspiro con pesadez. Su mirada entristeció. - Así lo solían llamar. - ¿Quiénes? - Sus compañeros de clase. Todos.- dijo

esquivándolo con la mirada, caminó hacia el sillón de

la sala principal y se sentó. Frank la siguió y se sentó

a su lado, mirándola con preocupación. - ¿Quieres contarme de eso?

acosada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora