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Dakota se tapó la cara con las manos. No había parado de llorar en todo el camino desde que llegó a su casa y eso a su madre le preocupaba. - Cariño, no has parado de llorar en todo el camino y eso me asusta.- dijo Mandy, mientras la miraba con preocupación.- ¿Cómo te sientes? - No es nada, mamá.- se enjuagó las lágrimas con los dedos.- ¿Cómo está papá? - Ya sabes, enfermo, pero bien.- suspiró y sirvió un vaso de agua para Dakota. Se lo pasó y se sentó a su lado en el sillón.- él está muy preocupado por ti. Quería venir acá para verte. - Es mejor que no haya venido. Con lo delicada que está su salud, no quiero que pase un susto después.- las manos le temblaron cuando intentó beber un poco del vaso. Luego miró a los ojos a su madre y ella pudo ver el dolor que estaba sintiendo en ese momento.- mamá, he estado pensando en algo… - Dime.- acarició su cabello. - Quiero retirar los cargos contra Jamie. La cara de Mandy palideció. Abrió los ojos completamente, y parpadeó rápidamente antes de hablar, como si estuviera tratando de entender sus palabras. - ¿Qué? - Eso. Ya no quiero que lo busquen, quiero… quiero que lo dejen en paz.  Mandy no la entendía. - ¿Por qué? - Porque me enamoré de el..... ...........


Jamie cogió a Peter de la camisa y lo empujó hacia la pared. Él jadeó en busca de aire. - Hijo de puta.- le espetó Jamie en la cara.- te voy a matar, ¿Me escuchaste? Jamie pudo ver el terror en sus ojos. Jamás había sentido tanta ira. Sus músculos se tensaron cuando le apretó el cuello. Peter trató de hablar, pero era tanta la presión que realizaba en su cuello que hasta le empezó a costar trabajo respirar. Al darse cuenta de ello, Jamie aflojó su agarre pero aun así no lo soltó. Peter tosió y respiró profundamente antes de hablar. - T-tenía que hacerlo.- tartamudeó. - Claro que no.- apretó los dientes.- pudiste haberte quedado callado, idiota. - No tenía otra opción. Debía dinero y… y bueno, caí en la tentación.- dijo, temblando de miedo. - Pues ahora lo lamentaras.- gruñó.- esto es lo que pasa cuando te metes conmigo.- presionó con la mano aun más fuerte su cuello, pero antes de ahogarlo, Peter gritó. - ¡Espera!- exclamó, luchando por respirar.- sé algo que tal vez te sirva un poco de ayuda. Jamie al fin lo soltó, esta vez, mirándolo con atención. Peter se masajeó el cuello. - El detective John me dijo que mandaría a Dakota a mudarse de ciudad en dos semanas más, mientras que ellos continúan con tu búsqueda. - ¿Hay algo más que deba saber?- dijo, clavando su intensa mirada en sus ojos. Peter tragó saliva. - No. ¿Sabes? no pensé que te enojarías tanto por que se la llevaran, si hasta tú mismo dijiste una vez que usarías a Dakota para luego botarla. ¿No crees que deberías dejar las cosas como están? Jamie negó con la cabeza. - Lo lamento, pero la amo demasiado como para dejarla ir tan fácilmente.

acosada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora