Doble vida (BrandisxPhoenix)

CAPITULO XXIV

River entró al baño para lavarse la cara. Sería un día de mierda y lo sabía. Mientras estaba mojándose el rostro, sintió unos pasos detrás de él y luego, una voz bastante familiar.

—¡¿Cómo demonios no nos dijiste nada?!—gritó Feldman—¡Carajo, Phoenix! Somos tus malditos amigos ¿O qué? ¿Acaso nos usas cuando te conviene?

River se dio vuelta con cara de pocos amigos. Se encontró con un Feldman colérico y con sus otros dos amigos, con un semblante bastante confundido a decir verdad.

—¿De qué estás hablando, Corey? Miren, no tengo tiempo para esto. No estoy de humor—habló.

—¡Ah miren!—expresó Feldman—El soldado no está de humor para hablar—le dijo a sus dos amigos—¡Pues a mí me importa un carajo! ¿Cuándo demonios nos ibas a decir que Martha Brandis jamás existió y que lo que se escondía bajo esa maldita peluca era el idiota de Brandis? ¿¡Cuándo!?—dijo, enfadado.

River palideció. No le salían las palabras de la boca. Vio como sus otros dos amigos bajaban la mirada.

—Deep descubrió a Jonathan—habló Wheaton—Según lo que dijo, Brandis olvidó un bolso en el baño que contenía vestidos y la famosa peluca...

—...Confesó todo delante de toda la clase incluyendo a Brandis—prosiguió O'Conell—Lo sabe toda la escuela.

—¿Y bien? ¿Qué piensas decir ahora?—dijo Feldman, furioso.

River suspiró.

—Yo...me enteré ayer ¿bien?—hizo un silencio—No sabía como decirles lo que había pasado. Es muy fuerte para mí—dijo Phoenix, bajando la mirada—Lo siento chicos.

—¿Lo sientes?—habló Feldman—¿Sabes lo mal que se siente ver como no confías ni en tus propios amigos? ¡¿Lo sabes?!

—Corey, me he enterado ayer. Créeme que para mí fue como un balde de agua fría ¡No sabía como decirles! ¡No sabía como iban a reaccionar!—gritó el ojiceleste, exhausto.

—¡No te atrevas a decir eso!—expresó Feldman, señalando al rubio—¡Jamás diríamos nada de ti!

El lugar se convirtió en un completo silencio por unos segundos. River se sintió fatal por haberle ocultado la noticia a sus amigos.

—Amigo...—habló Wheaton—Puede ser que seamos unos malditos idiotas, pero nunca te haríamos sentir mal.

—...Siempre te apoyaremos, River. En lo que sea—prosiguió O'Conell, sincero.

—Gracias yo...yo en verdad lo lamento—dijo Phoenix.

Todos vieron su semblante, se sentía derrotado, cansado y decepcionado. Los tres se acercaron a él y lo abrazaron. Eso lo reconfortó. Realmente pensaba que sus amigos lo iban a odiar por querer a un hombre, pero al contrario, lo apoyaron más que nunca. Después de todo, eran amigos ¿no?

[•••]

River no se equivocó. El día resultó ser pésimo. Al entrar al aula, empezaron a decirle por lo bajo frases como "¡Llegó el marica de Phoenix!", "¡Maldito afeminado!", "¡Llegó el Intento de macho!" "¡Invertido!" entre otros insultos que no pasaron desapercibidos por el rubio.

En cuanto a Jonathan, los insultos eran similares e incluso peores. Ambos la estaban pasando demasiado mal a tal punto que no se podían concentrar en nada de lo que hacían. Todo era susurros, insultos y hostigamiento constante.

Luego de la clase, Jonathan decidió que se cambiaría de escuela en secreto. Lo había pensado mucho y había deducido que era lo mejor. No quería seguir siendo una carga para River ni para nadie más. La única persona que sabía que se cambiaría de escuela era Winona. Su amiga simplemente lo entendió, aunque sería difícil ir a clases y no reírse junto a su hermano de alma.

¡Sí!, definitivamente todo se estaba cayendo a pedazos.