Doble vida (BrandisxPhoenix)

CAPÍTULO XXVI

River llegó a su casa luego de un largo día. Estaba exhausto, pero se encontraba más tranquilo luego de haber hablado con Brandis. La casa se sentía vacía sin su familia ni Keanu, pero creía firmemente que todo iba a estar bien.

Sin más, fue hasta su habitación y se recostó sobre su cama. Comenzó a pensar en Brandis y en la conversación genuina que habían tenido ambos. No sabía por qué, pero sentía que nada había cambiado entre ellos dos. Al menos, de momento. Miraba los ojos de Jonathan y sentía que todo su cuerpo estaba inundado de mariposas. Miraba su cara y quería besarlo. Lo tenía cerca y quería abrazarlo. Estaba perdido ¡Completamente perdido!

Mientras pensaba en lo bien que le había hecho hablar con el ojiazul, el teléfono comenzó a sonar. Phoenix se levantó y atendió.

—¿Hola?

—Hey, Riv. Habla Keanu.

River sonrió.

—Hey Keanu, amigo ¿Cómo estás?

—¿Cómo estás tú?—interrogó su amigo—Por eso te llamo, quería saber como estabas.

—Bien, bien...

—¿Hablaste con...?

—Sí. Hablé.

—¿Qué tal fue?

—Me sentí genial luego de haber aclarado las cosas con él, pero...—suspiró—Siento que nada cambió.

—¿A qué te refieres, Riv?

—Mis sentimientos... no lo sé Keanu, no sé como afrontar esto que me pasa.

—Solo...se tú, Riv. Date una oportunidad de amar, sea quien sea la persona.

River se quedó callado. Reeves volvió a hablar.

—¿Admites que estás enamorado?

El rubio suspiró.

—¿Ese supiro es un sí Riv?— cuestionó Keanu, del otro lado de la línea, mientras sonreía.

—Sí. Así es. Aunque me haya mentido a mí mismo, no puedo dejar de quererlo y eso apesta hermano. Pero en serio me gusta. Realmente me gusta.

—El amor nunca apesta hombre— respondió Reeves—Bien...entonces mueve tu trasero y dile lo que sientes. No esperes más.

River rió.

—¿Y eso sería todo?

—Si...— respondió Keanu—Mira Riv, sé que no es fácil pero jamás te vi así por una persona. Lo que sientes por él es tan real como lo que Brandis siente por ti. Es un gran paso que te des cuenta de tus sentimientos y les pongas un nombre. Estoy muy orgulloso de ti, hombre.

River sonrió, emocionado.

—Gracias Keany ¡Creo que tienes razón!, mañana a primera hora le diré a Jonathan Brandis lo que siento por él.