Doble vida (BrandisxPhoenix)

CAPÍTULO X

River, Wil, Jerry y Corey se encontraban acampando no muy lejos de la ciudad. El día comenzaba a anochecer y decidieron poner todo en marcha. Finalmente, luego de unos minutos, sus carpas ya estaban listas y la fogata comenzaba a templar el ambiente.

Se sentaron alrededor de la fogata mientras bebían y fumaban. Fue Jerry, el más callado y cobarde de los cuatro, el que habló primero.

—Oigan, ¿Qué tal si Wil nos cuenta una de esas historias de terror que tanto se sabe?

Los tres rodaron los ojos.

—No seas bebé, Jerry—contestó Corey—Ya no tenemos doce años, tenemos diecisiete.

Jerry hizo un puchero.

—Que tal si...mejor hablamos de CHICAS—comentó Wil.

—¿Desnudas?—interrogó Feldman. River cerró los ojos algo avergonzado.

—¡Ya cállate Corey no seas puerco!

Felman rió, pensó un momento y habló.

—Bien...hablemos de chicas—dijo acomodándose en su lugar con una sonrisa socarrona—...De tu chica, Phoenix.

Wil y O'Conell rieron asintiendo. Todos querían saber que era lo que se traía River con esa muchachita misteriosa.

—No es mi maldita chica, ¿bien?—habló—Se llama Martha y solo me senté con ella porque no había lugares disponibles.

—¿Y que me dices de la paliza que le diste a Johnny Deep en el polideportivo? ¿También no había lugar en el campo?—interrogó Wil burlón y con una sonrisa pícara.

Todos reían mientras que River intentaba disimular su enrojecimiento de mejillas ¡Maldición, todo estaba saliéndose de sus manos!

—Bien, bien déjenlo...—habló Jerry— Es la hermana de un sujeto de nuestro salón ¿cierto?

River asintió.

—Así es, es la hermana melliza de Jonathan Brandis. O eso me dijo.

Felman frunció el entrecejo, confuso.

—Cieerto que es la hermana del idiota de Brandis. El niño tímido que lo único que sabía hacer era pasar bien el balón.

River rodó los ojos.

—¿Qué tienes con él? Ya sabes lo que dicen... "los que se pelean, se aman"—habló burlón mientras tomaba la cerveza y reía con sus dos amigos.

—¡Vete al demonio, River! Yo no soy ningún marica... Peeero tengo que admitir, entre nosotros, que su hermana no está nada mal ¿Qué dicen ustedes?

—Tiene lo suyo—habló Wil con la cerveza en la mano.

Jerry asintió mientras le daba una calada a su cigarrillo.

—¿Y tú?¿Qué piensas de ella?—indagó Corey a River.

Phoenix bebió un sorbo de su cerveza antes de responder.

—Es agradable. Juega bien a la pelota, es de carácter fuerte, bonita y...—no pudo seguir ya que vio como sus tres amigos lo miraban con cara de embobados, burlándose.

—¡Riiveeer está enamoraaado!...¡Riiveeer está enamorado!—comenzaron a tararear los tres amigos.

Phoenix se ruborizó y volvió a tomar de su cerveza, que ya le quedaba poca.

—¡Maldita sea!—rió—Basta ya...

—Y...¿Qué tal si te acercas? No pasará nada—habló Jerry, serio.

—Cierto, habla con ella y después invítala a salir—siguió Wil.

—Y deespueees...—interrumpió Corey—Con suerte puedes llegar a las pantaletas de la señorita Brandis.

River le revoleó una papita por la cabeza.

—¡Cállate Corey, eres un idiota!—respondió molesto— Pero...contestando a la pregunta de Jerry y Wil...¡Sí!, puede ser que me acerque a ella. Realmente me agrada—finalizó con una sonrisa en su rostro.

Los tres amigos le sonrieron.

—Bien River, si quieres estar cerca de ella...Yo, Corey Scott Feldman, me propongo solemnemente tratarla mejor ¿Qué dices? ¿trato?

—Trato.

Y ambos se estrecharon las manos.

[•••]

El día pasó y se la pasaron hablando de cosas triviales. Rieron, se angustiaron y volvieron a reír. Cada uno de ellos se mostraba tal cual era y esa era la parte favorita de River: el mostrarse como uno es, sin tapujos, sin máscaras y sin prejuicios. Amaba a sus amigos y sabía que a pesar de los chistes, ellos iban a estar para él tanto en sus mejores momentos como en los peores. Contaba con ellos, siempre.