Daño.

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Juliette despertó en la habitación blanca de un hospital, a lado de ella estaba su madre recargada en la camilla.

-¿Que paso?- Pregunto haciéndose notar ante su madre, al escucharla levantó su cabeza.

-Cariño, le hablaré a un doctor- Su madre se puso de pie y fue a buscar a un doctor.

Cuando el doctor entro, Juliette fue poniendo en contexto su mente, supo todo y no pudo evitar derramar unas cuantas lágrimas.

-¿Esta todo bien?- Le pregunto su madre ya cuando el doctor se había ido, ella solo negó.

-Tranquila cariño, todo estará bien, se que es muy duro esto que acaba de pasar, pero estarás bien, eres Juliette Abstore, a ti nadie te apaga, a ti nadie te vence.- Juliette no pudo evitar que saliera una pequeña sonrisa al escuchar las palabras de su madre.

-¿Que pasará con mi pierna?

-Usaras bastones por un tiempo, pero estarás bien.

-¿Seguimos en la ciudad?- La madre de Juliette asintió.

-Despues de que llegarás a casa así, venimos aquí, te desangraste, pero esa no fue la razón por la que te desmayaste, si no el dolor.

-¿Cuánto tiempo llevo aquí?

-Solo una noche.

-¿Y los demás?

-¿Hablas de Glara, Thomas, Erick y tu padre?- Juliette asintió.

-Thomas y Glara se fueron está mañana, no querían irse, pero tuvieron que hacerlo. Erick y tu padre fueron a comprar de comer.

-¿Thomas y Glara dijeron algo antes de irse?

-Los dos se lamentaron, se sentían muy culpables.- Juliette suspiro.

-¿Cuando nos vamos de aquí?

-Cuando el doctor diga que es necesario.

-Ya me quiero ir.

-Juliette, ese no es asunto de nosotros, nos iremos cuando estés bien.

-Pero es que yo ya me siento bien.

-No comiences, nos iremos cuando estés bien y punto- Juliette suspiro.

-Bueno, al menos podrían traerme mi cosmetiquera para no verme como si estuviera muerta.

-Estas en un hospital, no necesitas nada de maquillaje.

Al final Juliette se rindió ante su madre, sabía que no le podía ganar.

Thomas estaba en el coche con Glara, los dos estaban en frente de la casa de Thomas.

-¿Te sientes culpable?- Glara le pregunto a Thomas.

-Fue mi culpa- Respondió.

-Fue nuestra culpa Thomas, la podíamos haber detenido- Glara hizo una pausa -¿Ahora que haremos?

-Soy malo para ella, no sé si podré volver hablarle.

-Sabes que no eres malo para ella, si te separas de ella le harás más daño.

-No quiero que sufra por mi culpa Glara.

-Si vas a hacer esto, lo haremos juntos.

Y así fue, paso una semana y Thomas y Glara ni un mensaje le mandaron a Juliette, ella se sentía mal, los únicos que se habían preocupado por ella fueron: Axel, Lena, Elliot y hasta Jack le llamo una vez en esta semana para ver cómo estaba. Estaba saliendo del hospital en silla de ruedas, tenía que descansar otra semana más en casa y la siguiente semana ya iba a la escuela con muletas. La recuperación que estaba teniendo era rápida, pero para Juliette se le hacía la más lenta del mundo.

Sanar Lo Roto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora