La escuela de Nimampoly.

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Thomas ese mismo día de los golpes que le había dado su padre, le llamo a Jack para decirle que no podría ir, que le contaba al día siguiente y así fue, Thomas estaba sentado en una de las piedras y Jack en otra, Jack veía con pena la cara de Thomas casi destrozada, su labio partido, su ojo morado, por dentro se le veía la sangre, su pómulo morado, esta vez se se había pasado.

—Creo que tienes que ir con un doctor— Opino Jack.

—No es necesario— Dijo viendo a la nada.

—¿Ahora por qué te hizo eso?

—Discutimos— Suspiro —... Ya no estaré en Zech.

—¿Lo dices enserio?— se paró sorprendido —¿Te mudaras?

—No, mi "querido padre" cree que es mejor que este en la escuela de Nimampoly.

—¿Estarás ahí?

—Estos 4 últimos años estaré ahí.

—Oh... Lo siento, pero no por eso vamos a dejar de ser amigos, vamos a vernos todos los días después de clase.

—Si, espero que sea así.

(...)

Hoy era el gran día para Juliette, era el primer día de escuela y a parte hoy se abría por primera vez la feria, estaba emocionada por eso, hoy su vestimenta fue un poco rara como todas las veces, tenía su chaqueta negra y muy gruesa, un Pans verde limón y sus tenis morados, su maquillaje era también un poco extraño, su delineados en un lado traía morado y en el otro verde limón, ella se vio al espejo y sintió que era genial.

—Hola papá, hola mamá y hola Erick—todos la Saludaron menos Erick, que estaba concentrado en su celular. —. ¿Irán hoy a la feria?

—Hija es el primer día y la primera feria del pueblo, estará la mayoría del pueblo ahí, no crees que es mejor otro día.

—No mamá, claro que no, está bien si no quieren ir, yo iré sola.

—No te enojes cariño, es solo que estaremos muy frustrados para divertirnos.

—No estoy enfadada, se los prometo, solo que ¿Esta bien que yo vaya?

—Claro, está bien.

Después de esa charla, Martín, el padre de Juliette la fue a dejar a la escuela, ella caminaba tan segura, se sentía la mujer más hermosa de este planeta, hasta cuándo vio las miradas de la escuela de Nimampoly, nunca antes le habían puesto atención, pasaba desapercibida entre las personas, pero ahora no, lo malo es que las miradas no eran buenas, todas las miradas eran de burla hacia ella, y ella fue bajando la mirada poco a poco, hasta que otra vez fue invisible.

Por otro lado Thomas iba tarde a la escuela, estaba desayunando en la mesita de la sala mientras veía televisión, no tenía ganas de ir, no quería ir, pero sabía que le iba a ir mal con su padre si no iba, así que faltando 5 minutos para la entrada de la clase, tomo su mochila y se fue, los golpes todavía eran visibles, pero no tanto, así que camino entre la gente llamando la atención por su cara golpeada, iba con la mirada hacia bajo con la mochila en un hombro, Thomas no era para nada feo, las chicas lo miraban, haciendo que sus golpes se vieran más interesantes, el no hizo caso de nada y se metió a un salón sentándose en unos de los bancos de atrás.

Juliette, se sentó en un banco del medio, estaba con su cabeza recargada en la mesa de su pupitre, no se sentía bien, se sentía insegura, ese día en la escuela para los dos se había vuelto un infierno, Juliette esperaba con ansias la salida, al igual que Thomas, los dos estaban tan distraídos en sus pensamientos que no se percataron que había dos "raros" en el mismo salón, al final de las clases Juliette se fue a su casa y Thomas fue rumbo a la casa de Jack, ellos dos estaban sentados en el sillón mientras jugaban videojuegos.

—¿Que harás más tarde?— Le pregunto Jack a Thomas.

—Ir a mi casa, probablemente pelear con papá.

—¿Por qué no vamos a la feria hoy? Es el primer día.

—Estara muy lleno Jack.

—Lo se, pero creo que es mejor que ir con tu padre... Además puedes quedarte aquí, te prestaré ropa para la escuela mañana.

—No, está bien, vamos a la feria y luego me iré a casa ya noche.

(...)

Juliette estaba recostada en su cama, no quería ir ni a la feria, se sentía disgusta consigo misma, ya era tarde la feria ya estaba, se había quitado todo rastro de maquillaje en su cara, en eso tocaron la puerta.

—¿Juliette?— Era Erick, bastante raro que le hablara.

—Si has descompuesto tu cargador y piensas que te prestaré el mío, estás loco.

—No es eso idiota ¿Irás a la feria hoy?— Juliette se puso de pie confundida y fue abrirle la puerta.

—No creo ¿Por qué?— Pregunto en la puerta.

—Estem... Tengo una cita.

—¿¡Cita!? ¿Cómo es ella?— Lo tomo de la mano y lo llevo hacia su cama.

—En realidad... Es el— Al escuchar eso se quedo en shock, su hermano era ¿Gay?

—¿Eres gay?— Pregunto sorprendida.

—No, no lo soy, es solo que lo conocí y me gustó... Bueno ¿Vas a ir o no?

—No lo se... No me siento bonita— Dijo Juliette con los ojos llorosos.

—¿Esta todo bien?— Pregunto Erick mirándola extraño.

—No... Hoy en la escuela se burlaron de mi.

—¿Por qué?— Pregunto Erick sentándose en el escritorio de ella.

—No lo se creo que por mi maquillaje.

—Es por qué ellos no son tan cool como tú.

—¿Tu crees eso?

—Juliette, nadie es más cool que tú.

—¿De verdad?— Pregunto Juliette sonriente.

—Si, que no te importe las personas no cool, solo tu, solo se tu, y eso es todo, muestra al mundo que tú misma te gustas.

—Me sorprenden tus palabras Erick ¿Que hiciste con mi hermano?

—Vamos Jul... Se nos hace tarde.

—No me llames "Jul"— Dijo corriendo a arreglarse.

Después de 15 minutos Juliette, salió con una chaqueta rosa, pantalón rojo y sus tenis morados fuertes, sus delineados también eran rosas fuertes, y su pelo chino recogido en una coleta, se veía tan bonita segura de si misma, salió de la habitación con tan bonita sonrisa que hizo sonreír un poco a Erick.

—Vamonos Jul— Ellos dos caminaron hacia el coche de su padre y subieron, conduciendo hasta la feria. —Bueno Jul, te dejo aquí, mi cita me está esperando por haya.

—Adios Erick— al momento de que Juliette está sola se sintió pequeña, no sabía a dónde ir, los juegos eran gratis, pero no los algodones de azúcar, así que ella se trajo el demasiado dinero para comprar 10 algodones de azúcar, ella fue al hombre que vendía y le compro uno, era su dulce favorito por siempre. Se sentó en una de las bancas y lo empezó a comer, a lo lejos se vio una montaña rusa, ella tragó saliva, estaba muy nerviosa pero ella se iba a subir, así que fue junto a su algodón de azúcar y se puso en la larga fila, todos llevaban pareja para subirse con ella y ella no, estaba un poco nerviosa, así que se concentro en su algodón de azúcar, varios minutos después estaba a mitad de la fila, cuando volteo a ver a un chico alto, cabello largo, con golpees en la piel y sintió que quería subirse con ella.

—Me puede cuidar el lugar, iré a traer a alguien— La persona de atrás asintió. —Gracias.

Sanar Lo Roto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora