Sanar Lo Roto.

Perdón.

La mañana del siguiente día Juliette estaba sacando los libros de su casillero, mientras a lo lejos veía a Thomas en su casillero, al momento que volteo vio su cara llena de rasguños y con un gran golpe en la mejilla, Thomas vio a Juliette y se fue a su salón.

—Deberías hablar con el— Opino Glara llegando al lado de Juliette.

—¿Le has visto la cara?— Glara asintió.

—Tienes que hablar con el, el te necesita Juliette— Juliette solo asintio y se fue al salón igual que Thomas, se sentó delante de el.

—Hola— Thomas no contesto. —… Tu papá te a hecho daño.

—No quiero hablar contigo ahora Juliette.

—Perdon por haberte corrido ayer de mi casa.

—Juliette, por favor, ahora no.

—¿Entonces cuando?

—¡No lo sé! ¡Ayer fue uno de los peores días de mi vida! No quiero estar peor.

—Dejalo Juliette— Dijo Axel. —Despues hablarán.

Juliette se puso de pie con sus ojos lagrimeando, estaba llorando, a Thomas no le gustaba que llorará, pero ahora no quería saber nada de ella, el día anterior la había pasado terrible y una parte era culpa de ella, sus rasguños en la cara hacia que llamará la atención de todos y lejos de Juliette era como si el primer día en la escuela de Nimanpoly se repitiera y no era muy lindo que digamos.

—Algun día tendrás que hablar con ella— Axel le dijo a Thomas, Thomas no le hizo caso y saco sus audífonos para escuchar musica.

En el asiento que se fue a sentar Juliette en frente se sentó Elliot y a un lado de ella Glara, así que prácticamente Glara quedo en medio de los dos y en frente de ella estaba Axel.

—¿Esta todo bien con Thomas?— Elliot le pregunto a Juliette.

—No lo se— Dijo secando sus lágrimas con la manga de su mano.

—¿Algo paso entre ustedes dos?

—Creo que peleamos, ya sabes cómo es Thomas.

—Thomas no me gusta para ti.

—Lo se, se que se odian, pero el es mi amigo y tú, bueno tú eres tú— Elliot sonrió, se acercó a ella y le dio un pequeño pico en sus labios, haciendo que Glara y Axel voltearan los ojos.

Las clases pasaron, era hora del receso, Glara y Axel se pusieron de pie y se quedaron viendo a sus amigos, no sabían con quién irse, si con Thomas o con Juliette, los dos estaban muy confundidos, así que no se decidieron por ninguno de los dos, los dos se fueron al comedor junto a Lena, Juliette no se fue con ellos por qué creyó que Thomas iba ir con ellos y Thomas no se fue con ellos por qué creyó que Juliette se iba a ir con ellos así que Thomas se fue a la banca en donde empezó todo y Juliette se fue a sentar en el piso de uno de los pasillos con Elliot.

—Es lindo tenerte conmigo— Elliot le confesó a Juliette viéndola a los ojos y ella bajo su mirada, no se sentía a gusto viéndolo a los ojos, la ponía nerviosa, cada vez que lo veía o cada vez que al menos le demostraba un poco de su amor.

—¿Por qué bajas la mirada cada vez que te veo a los ojos?— Juliette se encogió de hombros. —Juliette, cada vez que volteo a verte en la cafetería estás mirando a los ojos a Thomas, no puedo evitar ponerme celoso.

—Thomas, Thomas solo es mi mejor amigo, mientras esté contigo o lo que sea que tengamos, no estaré con nadie más, solo contigo.

—Entonces, déjalos, quédate conmigo para siempre.