Pequeño rincon.

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Otra semana menos para aquel baile, Glara, Thomas y sus nuevos compañeros Axel y Lena estaban en el comedor de la escuela, se habían tenido que cambiar de lugar por qué ya no cabían en una pequeña banca.

Las cosas con Elliot y Juliette iban avanzando de manera muy lenta, mientras las cosas con Thomas iban un poco mal, su comunicación ya no era como la de antes, y lamentablemente Juliette se estaba separando de el, por estar con Elliot.

Elliot nunca se juntaba con ellos, a todos incluyendo a Axel no les caía muy bien, todos le advertian a Juliette que tuviera cuidado con el, todos excepto Thomas, el no se metía en nada en la relación de ellos, pero sin duda Thomas lo odiaba, lo odiaba por tantas cosas, pero por lo que más lo odiaba es por estar separando a su mejor amiga de el.

-¿Irás al baile?- Thomas le pregunto a Axel comiendo de sus papas.

-Por supuesto, no tengo pareja, pero mierda ¿Quién necesita pareja?- Thomas sonrió. Aquel chico de mejillas rosadas le caía tan bien.

-¿Elliot irá?- Glara le pregunto a Juliette, mientras ella veia el mensaje que Elliot le había mandado. -¿Juliette?

-¿Que pasa?- Dijo levantando su mirada.

-Que si Elliot irá.

-Pues me a dicho que no, los bailes no son lo suyo.

Hace una semana Elliot invito a Juliette a una fiesta, pero ella no fue, sabía que estaba llendo muy rápido, bueno para ella, sabía que en esas fiestas, el 80% de los adolescentes se ponían borrachos y además por qué Thomas no quiso ir con ella, no se sentía a gusto sin Thomas a un lado de ella, se sentía protegida cuando estaba con el, pero ahora se está sintiendo protegida por Elliot, se está sintiendo a gusto con el a su lado.

Por otra parte estos días para Thomas han sido una mierda, cada noche lloraba desconsoladamente,se sentía como la mierda, no sabía cómo controlarse, en sus ojos se notaba el cansancio, sus ojeras lo decían todo, ahora Thomas estaba mucho peor y no quería hablarle a Juliette, en cierta forma estaba enojado con ella, por no estar cuando el la necesita, pero no la culpa, por qué el también se está separando de ella.

-¿Así que si irás conmigo al baile?- Thomas le pregunto a Juliette y Juliette miro a Thomas confundida.

-Thomas, no se lo que te pasa últimamente, yo nunca te cambiaría por Elliot- Thomas río.

-¿Lo dices de verdad?- Estaban discutiendo el uno al otro, y el ambiente se estaba tornado incómodo.

-Claro que lo digo de verdad. ¡Thomas tu fuiste mi primer amigo, mi mejor amigo, tu fuiste el primero que descubrió quien realmente soy!

-¡Pues al parecer no lo valoras!- Thomas subió la voz, nadie les ponía atención, aquel comedor era muy grande y muy ruidoso, para ser escuchados.

-¿¡A qué te refieres!? Yo fui la única que vio la persona que realmente está dentro de ti, y no el hijo de puta que conocí en la feria ¿¡O me mentiste!? ¡Me hiciste creer que eras alguien lindo y no, eres el mismo hijo de puta!

Las palabras de Juliette sorprendían a Thomas, jamás le había llamado de ese modo, todos estaban callados, incómodos ante aquella difícil situación que tenían aquellos dos, los demás no se querían meter entre ellos dos, era el problema de Thomas y Juliette, no de ellos.

-¿¡Lo dices de verdad!?- Thomas se puso de pie pegándole a la mesa. -Abri mi corazón ante ti, te di la confianza que nunca le había dado a nadie ¡Mierda! Nisiquiera a Jack, y ahora me sales con esas idioteces- El se fue sin decir nada.

-¡Mierda!- Expreso con coraje Juliette y lo siguió, pero Elliot aparecio en su camino.

-Hola- Le sonrió, Juliette no había visto otra sonrisa tan más linda.

-Ahora no puedo hablar Elliot, acabo de pelear con Thomas y a salido muy furioso.

-Oh... es que te quería preguntar que si hoy podemos ir a 'El Florista'

-Me gustaría, en la salida nos vemos, para confirmarte- Juliette no estaba poniendo atención a nada, solo estaba viendo a ver dónde se encontraba Thomas, pero desde hace tiempo que le perdió el rastro con la mirada.

-¿Esta todo bien?- Le pregunto Elliot al verla apurada, y ella solo le asintió y fue a buscar a Thomas, lo más probable es que ya sepa dónde esté, sabía que estaría en aquella banca, donde se habían hablado bien por primera vez, así que camino y se fue a sentar a lado de el.

-No esperaba a que vinieras- Le dijo a Juliette.

-No quiero estar así contigo.

-Se que no me debo de poner de esa forma- Le contesto Juliette. -. Se que yo debo hacer que vuelvamos hacer los de antes.

-Te necesito Juliette.

En los ojos de Thomas solo transmitian dolor, no lloraba, no tenía expresión alguna en su rostro, pero sus ojos, sus ojos parecían cansados, parecían que ya no podían más. Juliette se recargo en el hombro de aquel chico.

-Perdon, no sabía, estaba tan concentrada en Elliot que me había descuidado de mi mejor amigo.

-Yo no debo de interponerme entre el y tú, pero que el no se interponga en nuestra amistad.

-Es mas- Juliette se puso derecha y lo miro. -... Vamos a 'lago pequeño, charco grande'- Thomas le sonrió y acepto.

-Vamos con los demás, de seguro el ambiente debe de estar de mierda por ahí.

-Si.

Juliette río al ver las palabras que utilizaba Thomas, los dos se pusieron de pie y fueron de nuevo al comedor, al momento de entrar Glara los vio con cara de preocupación, mientras Axel y Lena comían en silencio.

-¿Lo dicen enserio?- Glara les pregunto con cara de confusión. -Acaban de tener una pelea de mierda, ahora están aquí como si nada hubiese pasado.

-Son Juliette y Thomas, ellos no pueden estar separados- Comento Lena mientras comía.

El resto de la comida se la pasaron hablando de que la próxima semana será el grandioso baile, todos estaban emcionados, todos ya querían que se llegará el día, pero todavía faltaba una semana.

El lugar en donde estaba Thomas y Juliette, su pequeño rincon, su pequeño grupo, los hacía feliz, bueno, al menos a Juliette la hacía sentir menos solitaria y a Thomas le traía un poco de felicidad a su vida.

El asunto con el padre de Thomas, después de lo que ocurrió con los cristales, fue algo difícil, su padre le rogó por dos días seguidos y completos que lo perdonará, y Thomas lo hizo, la verdad no le importaba una mierda lo que prometía, sabía que no lo iba a cumplir, solo lo perdono para que lo dejara en paz y lo dejara llorar en paz en su cuarto, esta semana lo lleno de dinero y de regalos que hacían que Thomas se sintiera peor de lo que ya estaba, se sentía realmente de la mierda, pero cuando estaba en su pequeño rincon, con las personas que realmente importaban, su felicidad subía al 55% que era ya más de la mitad, pero cuando estaba con Juliette, teniendo sus pequeñas conversaciónes que la hacían ver ma tierna y interesante a la vez, su felicidad subía a un 85% eso era lo suficiente para sentirse mejor que en casa.

Sanar Lo Roto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora