No me importa.

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Hay una palabra para describir lo que estaban sintiendo aquellos dos chicos enamorados y esa palabra era ameno, el sentimiento que sentían ellos era ese, por fin después de meses podría decirse que tenían algo más que una simple amistad, por fin después de meses ellos tenían algo.

Los chicos estaban en la casa de Glara, Juliette estaba sentada en el sillón con ella mientras Thomas jugaba con Axel intentando ganarle.

—Los hemos visto— Glara sonrió.

—Si— Juliette también sonrió. —Ya era hora ¿No?

—Estoy de acuerdo— Le dio un trago a su cerveza. —¿Quieres una?— Le pregunto y Juliette asintió.

—¿Cómo te sientes?— Dijo entregándole la cerveza.

—Bien, estoy feliz, de verdad, besarlo fue como tocar el cielo.

—Ay no seas tan cursi.

—Pues me acabas de preguntar.

—No era para que me contestarás con algo irrealista.

—Dejame en paz, es lo que siento.

—¿Ya tocaste el cielo?

—No— Juliette contesto seca.

—Esta bien, esta bien no te enojes— Se burló Glara. —Estoy bromeando— Suspiro. —Ya hablando enserio, estoy muy feliz por ustedes dos, después de todo sabía que iban a estar juntos en alguna parte de esta historia.

—Si, lo sé, aún que aún no estamos juntos.

—Pues lo estarán, mi instinto de mejor amiga lo sabe— Juliette río.

—¡Gane!— Subió la voz Thomas desde la mesa de Ping pong.

—Te acabo de ganar cinco veces.

—Bueno… la sexta es la vencida.

—Eso dijiste en la tercera.

—Es que era la segunda tercera— Le contesto dejándose caer al lado de Juliette pasándole la mano en el hombro y ahora si sin miedo alguno Juliette se acurrucó con Thomas.

—Ya no diré nada por el simple hecho de que se ven jodidamente lindos juntos.

(…)

El primer día de la escuela donde se podría decir que Thomas y Juliette tenían algo, al entrar por la puerta Thomas lo sintió diferente, era como si hubiera empezado algo nuevo y más cuando vio a una chica de rulos caminar felizmente hacia el parándose de puntitas dándole un pico en sus labios, haciendo que Thomas sonria tontamente al verla.

—Hola Abstore.

—Hola Speack.

—Ya tenía tiempo que no las usaba— Confesó acomodando las pulseras que le había regalado Juliette.

—Yo no las eh traído— Le dijo tomándole el brazo.

—Esta bien, de todas formas me opacarias, se te verían mejor a ti que a mí.

—Bueno, pues prepárate, que mañana las traeré.

Caminaron los dos atravez de los pasillos, con Juliette tomada del brazo de Thomas, hasta llegar al salón, en donde estaba Glara y Axel, Juliette se sentó adelante de Glara y Thomas adelante de Axel.

Las clases continuaron con normalidad, en el receso hablaban de lo que harían en el cumpleaños de Erick y después siguieron pasando las clases.

Al acabar, Juliette y Thomas se fueron a casa de Thomas hacer un maratón de películas, que por supuesto tenía que ver por lo menos una de Harry Potter.

Sanar Lo Roto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora