Sanar Lo Roto.

La llamada...

Jueves, 2 de Noviembre del 2020.

Las calles en Nimanpoly eran frio puro, la nieve ya estaba cayendo, Juliette estaba con un chocolate caliente que su padre le había hecho, mientras veía por su gran ventana.

Los días con Thomas han estado mal, sigue aún más peor despues de lo del autocinema.

Juliette llevaba unos pans grises, una chaqueta grande negra y de peinado dos trenzas pegadas, quería estar cómoda para ayudar a Thomas.

-¿Iras con Thomas hoy?- Interrogó su padre entrando a su habitación y Juliette asintió. -¿Sigue igual?

-Peor... tengo que abrazarlo todas las noches, en realidad estoy preocupada por esta noche, no me quedé con el, no puede dormir por qué sus pensamientos simplemente no lo dejan.

-Tu te ves cansada- juzgo su padre.

-Estoy bien, tengo que apurarme para la escuela.

-Eres demasiado joven para estar cargando con esto Juliette.

-¿Cargando con que?

-Sabes a lo que me refiero, date un descanso.

-No puedo, lo hago por qué de verdad me nace papá, Thomas para mí lo es todo.

-Lo se cariño, se que lo amas, pero apenas tienes 18 para estar cuidando a una persona.

-Y no me arrepiento papá- El padre de Juliette exhalo.

-En ese caso, saludalo de mi parte.

El padre de Juliette salió de la habitación y Juliette se lanzó a su cama, paro a decir verdad si estaba fatigada, no por Thomas si no por las cosas que tenía que hacer, era estar casi toda la noche despierta hasta que el se durmiera, cuando salía de duchar ella tenía que tener su ropa lista por qué si no lo hacia se volvía a poner la misma, incluso tenía que hacerle de comer por qué el no tenía ganas de hacer nada, en el día se la pasaba dormido y en la noche no podía dormir por estar llorando. Para Juliette era tan triste, que aveces en la noche se ponía a llorar junto a el, era tanto el sufrimiento de Thomas.

Juliette iba con su mochila al llegar a la escuela, se detuvo en su casillero, tomo los libros que necesitaba y dejo los que no necesitaba.

-Thomas se ve fatal- Declaro Glara al lado de Axel.

-¿Esta golpeado?- Pregunto Juliette angustiada.

-No, pero su cara lo dice todo.

-¿Dónde está?

-En el salón, no quizo hablarnos.

Estos días Thomas no había hablado con los chicos, a veces era muy grosero, pero ellos eran tan buenos que lo entendían, estaba pasando por una etapa muy dura.

Juliette se fue hasta al salón de clases y Thomas estaba recargado en el pupitre.

-Hola- Suavizo la voz Juliette. -Hoy me quedaré en tu casa ¿Cómo te fue ayer?- Thomas levanto la cabeza y era cierto, sus ojeras estaban en su máximo esplendor.

-No pude dormir- Bufo. -. Fue una noche verdaderamente larga.

Para Thomas ya no era difícil contarle todo lo que está pasando con el, por qué sabía que Juliette no lo juzgaba.

-¿Quieres hacer algo después de clases?- Le pregunto Juliette y Thomas como era de esperarse solo se negó. -Podemos ir al charco grande, lago pequeño.

-No quiero volver a pisar ese lugar.

-Ahi fue nuestro primer beso.

-Quiza después Juliette.