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El no creía en el matrimonio, las personas cambian y se van, a veces sin decir nada más... U otras veces solo dejan una nota mediocre en la encimera de la cocina y desaparecen a mitad de la noche.

Tenía 6, y no lo negará fue duró pero eso solo le reveló una de tantas crudas verdades de la vida "Solo naces, solo mueres".

Por eso el prometió jamás casarse, era solo un desperdicio de recursos, de tiempo...

El peliplata de ojos azules vio como la misteriosa partida de su progenitora casi mata a su padre, vio como agonizaba a altas horas de la noche con una botella de Whisky siendo su único acompañante. Sakumo nunca se enteró que su hijo lo arrastraba del pórtico al interior de la casa justo cuando perdía la conciencia, todo para que no muriera de frío.

Amaba y ama a su padre, y su padre lo ama con locura, él lo sabe. Aún con sus peores noches, Sakumo siempre lo esperaba con el desayuno preparado en las mañanas antes de irse a la escuela. Lo amaba tanto que incluso dejo su carrera como cirujano militar para poder asistir a las reuniones de padres de su escuela.

Desde niño entendió que el único amor incondicional que tendría era el de su padre.

Por eso, mentirle lo mataba.

- Leyó todas las clausulas Hatake-San - hablo el pequeño hombre.

Su mirada todavía viendo discretamente al hombre con cicatrices en su cara.

Existe una palabra para describirlo...

Intimidante...

Había visto fotos de Uchiha Óbito en Internet, sabía que era un hombre musculoso, atractivo y con poder pero... Tenerlo enfrente lo hizo sentir... Pequeño.

No había nada realmente interesante en el hombre, según Google. Era algo mayor que él, era el director de una empresa que el mismo fundó junto con otros "colegas". Familia rica y acomodada en el país del fuego. Tal vez lo más interesante era que aún sin estudios o conocimiento alguno, engrandecio su empresa en menos de seis años y pasó de ser una pequeña empresa dueña de algunos restaurantes clase C a ser una gran corporación dueña de hoteles, restaurantes e incluso una juguetería en distintos estados del país.

Un líder neto, tal vez...

- Si - respondió intentando no demostrar sus ganas de correr aunque en esos momentos ya ni siquiera sabía a dónde más ir, está era su única opción.

Había hecho todo correcto en su vida, había trabajado, había estado matándose día y noche pero aún así las cosas parecían alejarse cada vez más de él.

Los ojos profundos del azabache lo perseguían desde que entró a la habitación. Era incómodo y en otra ocasión ya le hubiera gritado para que parara, claro... En otra ocasión en donde no le esté dando 100 mil dólares.

- ¿Cuántos años tienes? Pregunto sin emoción alguna en su cara ni en voz con sus brazos cruzados enfrente de su pecho. Pareciendo sumamente irritado con todo.

- 21 - contesto a lo que como respuesta obtuvo una mueca.

- Eres un niño - dijo y luego miro al otro empresario - Es un niño - replicó.

Esa declaración de manera extraña lo hizo sentir... Ofendido. El hombre en cuestión apenas y era una década más grande que el, que aunque pareciera mucho no lo era realmente.

- Tal vez su edad no sea del rango que específico pero todo su demás currículum encaja perfectamente - hablo el hombre con una sonrisa alardeadora. - Habla distintos idiomas, estudia en una prestigiada escuela, tiene diplomados en distintas áreas, se desenvuelve fácilmente en platicas de diversos temas y su físico es de acuerdo a la de un Omega de la sociedad alta.

Manual De Cómo NO Conseguir Un Esposo: Según Hatake KakashiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora