(antes del reencuentro con Sakumo)
-Te ves precioso está noche... - murmuró fantasmalmente en su oído, deslizando sus labios por su nuca.
Era como si en cada parpadeo, aquel momento venía a su mente. Kakashi deslizaba su dedo por el pequeño vaso de tequila mientras su mente divagaba en el recuerdo que parecía más un sueño.
Había sido una de las primeras veces que se habían visto, ambos con las claras y únicas intenciones de pasar juntos por alguna cama. Después de un par de copas habían arrastrado todo hacia el departamento, fue la primera vez que lo llevo con esa intención a su cama y se sintió tan bien estar tan rodeado del olor natural del Alfa. Óbito se había comportado gentil y suave, besando su piel con delicadeza en la cama, navegando sus manos por las zonas íntimas, susurrando y gimiendo incoherencias.
Ahora todo se siente...
Frío, gris, sin color... Vacío.
Kakashi solo quiere sumergir cada uno de esos recuerdos, sumergirlos en lo más profundo y desaparecerlos, quiere olvidar pero con cada parpadeó todo vuelve a él.
No se suponía que debía de ser tan importante pero ahora, Kakashi se ahogaba con el aire que respiraba.
- Un Wisky por favor - escucho a alguien sin importancia a su lado.
Al segundo, después de una mirada nada discreta, el tipo se sentó a su lado mientras esperaba su bebida... Y algo más.
- Hola - Saludó.
El cuerpo adolorido y el corazón destrozado hicieron que Kakashi no se inmutara, más bien, ignorando la atención del tipo a su lado.
- Ya veo, tímido ¿Verdad? - rio por lo bajo.
El barman le entrego su bebida y con la misma sonrisa petulante del desconocido, agradeció y tomo un sorbo de esta.
- Te invito un trago, para entrar más en ambiente ¿Que dices presiosura?
Con un suspiro cansado, la picazón en su corazón y el dolor de cabeza mortal, Kakashi decidió tomar de un solo sorbo el tequila que jugaba en su mano antes de voltear y mirarlo.
Le había costado mucho levantarse de la cama, tanto por el dolor físico como el dolor que sentía dentro de él, de su alma, de su Omega confundido. Lo único que había querido era embriagarse hasta olvidar, desaparecer de este mundo terrenal dónde todo duele, huir de lo que se desmoronaba enfrente.
Y mientras más se hundía en lo que quería, una parte de el más comprendía en las palabras de su padre. Fue en un total de 48 horas para que Kakashi se comiera todas sus palabras y el universo le mostrará el verdadero dolor de un corazón roto.
- ¿En serio? - pregunto, volteando a ver al tipo sus labios dejando salir un resopló cansado e irritado - Ya se ha dejado de coquetear así
- ¿Que? ¿La gente ya ha dejado de invitar la bebida al prójimo? ¿O te refieres a lo de apreciar la belleza con la que gozan algunos?
Kakashi procedió a resoplar por segunda vez.
- No quiero nada así que déjame en paz - dijo con seriedad, volviendo su vista al frente - Otro más por favor
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Manual De Cómo NO Conseguir Un Esposo: Según Hatake Kakashi
RomanceEra una broma, su padre lo dijo en tono de broma. - Tal vez cuando tengas treinta pueda permitirte tener novio - dijo cariñosamente el hombre con una risa hacia su hijo. Ha sido un chiste entre ellos el hecho de que el menor de los Hatakes nunca ha...