Morirò Da Re Damiano David - Måneskin

Capítulo 9

Estoy revisando cajones del hotel. No quiero dejarme nada. Ya tenemos el equipaje hecho, a falta de guardar cuatro cosas. Salimos al día siguiente temprano para el aeropuerto y no puedo sentirme más triste.

Lorena está triste por irse y creo que le gusta Patrick más de lo que dice, por otro lado Mireya llora de vez en cuando conforme guarda cosas en la maleta.

Han sido unas vacaciones inmejorables, nunca en nuestras vidas viviremos algo parecido. Y yo voy a echar muchísimo de menos a mí músico.

Son las 20:00 y bajo a la calle. Damiano me abraza, es un abrazo diferente, sabemos lo que pasa al día siguiente.

Ha estado todo el día de ensayo para el casting y no nos hemos visto desde ayer. Damos un paseo y pedimos unas porciones de pizza en una tienda para llevar. Nos sentamos en un parque y cenamos ahí mientras hablamos de todo un poco menos de mi marcha.

Cuando son las 23.30 vamos al hotel. Las chicas me han escrito por el grupo que tenemos las tres y me dicen que no van a llegar, así que invito a Damiano a subir.

Nos sentamos en la cama y comienzo a besarle. Me siento mal, no sé qué me pasa. Pensaba que era más fuerte.

Damiano me separa y quita las lágrimas.

-No llores por favor, sino voy a llorar yo.

-No tenía planeado llorar.

-Llorar no se planea, surge en el momento que tu mente dice hasta aquí. Y la tuya ha sido fuerte hasta que ha llegado el momento de irte.

-Ay Damiano...no quiero irme.

-No te vayas, quédate conmigo.

-Pero no puedo, es imposible. Por más que quiera no puede ser.

-Te voy a echar tanto de menos.

-Espérame a que vuelva.

-Siempre lo haré.

Nos besamos y simplemente nos quedamos abrazados esa noche, nada de sexo.

Cuando me despierto está a mi lado, despierto pero a mi lado. Le doy un beso pero veo a Lorena durmiendo. Han debido llegar en cualquier momento y están las dos dormidas.

-Buenos días bella.-Me susurra con su sonrisa.

-Buenos días.-Vuelvo a besarle.

-Ha llegado el día.

Asiento y me muero de pena. De verdad que no quiero irme, yo, que le había dicho ya varias veces que no se preocupase, que debía volver a España, que las cosas eran así.

Le abrazo y escondo mi cara con algunas lágrimas en su pecho. Hemos dormido juntos toda la noche abrazados y le voy a echar tanto de menos.

Escucho un despertador, es el de Mireya, lo apaga y mira en mi dirección.

-Buenos días, ha llegado la hora.

Me levanto después de un rato y Damiano se viste, estaba en calzoncillos aunque estábamos tapados con la sábana.

Nos ayuda a bajar las maletas. Victoria me manda un audio de WhatsApp y me dice que a pesar de haber hablado poco conmigo, está muy contenta de haberme conocido y que Damiano es feliz por eso ella también lo está. Ethan y Thomas se escuchan de fondo y me dicen que no me vaya.

Cuando llegamos al aeropuerto me abrazo a él tan fuerte que no quiero dejarle ir. Él hace lo mismo y me pesa en la cabeza.

-Hay que sobrellevar lo que nos depara la vida. Hay que bailar con ella como lo que dice tu pulsera.