Capítulo 4

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Me giro en la cama y siento que hay alguien a mi lado. Me duele la cabeza y siento que estoy totalmente desnuda.

Miro a Enzo y sonrío. La noche fue bastante movida. Me siento extraña pues solamente he estado con una persona desde la primera vez, solamente ha sido con mi ex.

Imagino que el alcohol que había tomado me hizo soltarme aún más y lo hicimos dos veces y en diferentes posiciones. Mi piel se eriza al recordarlo. Enzo es muy fogoso y domina totalmente la situación.

Miro por la habitación y veo mi ropa en el suelo, me levanto y la cojo sin hacer ruido y busco un baño.

Después de abrir dos puertas doy con el baño. Me doy una ducha, estoy un poco pegajosa del sudor de anoche y al menos no voy oliendo a sexo.

Cuando salgo ya vestida me encuentro cara a cara con Enzo que venía hacia el baño. Me toca la cara y me da un beso.

-He llegado tarde, pensaba unirme a la ducha.

Me limito a sonreír.

-¿Te has quedado sin habla? ¿O te he dejado ronca?

-No seas un creído, es una situación un poco incómoda.

Me agacho a coger los zapatos mientras me sigue al cuarto.

-¿Por qué? Dos personas que se han gustado y querían follar. Es maravilloso.

-Bueno será normal para ti, yo no estoy acostumbrada a tirarme a alguien que conozco de dos días.

Me pongo los zapatos y me levanto de la cama.

-Pues cuando quieras repetir para seguir practicando y acostumbrarte ya sabes dónde estoy.

Me vuelve a besar y dar un toque en el culo. Voy hacia donde creo que está la puerta.

-Las chicas me van a matar. Ni siquiera las he avisado y mira qué hora es.

Enzo mira el reloj que tiene en la pared y se sobresalta.

-Mierda, voy fatal de tiempo, hoy he quedado para jugar a baloncesto con los chicos.

-¿Juegas hoy martes?

-Sí, jugamos desde hace tiempo y quedamos todos los martes que yo trabajo por la tarde, aprovechamos así la mañana.

-Bueno pues...que vaya bien.

-Hablamos para vernos cuando quieras.

Suena el timbre insistentemente. Me giro hacia donde ha sonado.

-¿Puedes abrir tú? Tengo que vestirme y darme una ducha rápida.-Señala que solo lleva unos calzoncillos.

Me cuesta abrir, pienso en quien puede ser y que me vea aquí con un vestido de salir y despeinada. No sería difícil saber qué ha pasado.

Abro y veo a Damiano. Lleva unos pantalones y camiseta de baloncesto. Me mira sorprendido.

-Hola...-Logra decirme.

-Ho...hola.-Parezco tonta hablando.

-Vengo buscando a Enzo, hemos quedado para jugar y ya era tarde...

-Sí, sí, pasa.

Me hago a un lado, yo ya sobro de aquí.

-Bueno...yo me voy. Nos vemos.

-Espera María, pasado mañana descanso queremos ir todos a algún sitio en la costa en coche. ¿Os apetecería venir?-Me dice Enzo mientras se coloca la camiseta como la de Damiano.

-Bueno...no lo sé, se lo preguntaré a las chicas.

-Vendrán los demás, Damiano también. ¿Verdad?-Le da un golpe en el brazo.

Morirò Da Re Damiano David - MåneskinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora