Capítulo 24

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Estados Unidos, el país o uno de los países más importantes del mundo. Todo es fachada.

Está claro que la zona turística es llamativa, las tiendas, taxis, edificios que se pierden en las alturas, pero no tiene gran cosa. Efectivamente es un mercado muy importante para ellos, pero es insufrible. El tráfico, la gente por la calle, hay paparazis. es horrible.

Miro por la ventana de la habitación del hotel. Damiano no está, tenían una entrevista para no sé donde. Me siento mal, estoy empezando a querer volver a Europa, no quiero seguir mucho más aquí.

Cuando escucho la puerta abrirse giro mi cabeza y le veo entrar. Sonríe y me abraza cuando llega hasta mí. 

-¿Qué tal tu día?-Dice mientras acaricia mi espalda y apoya su barbilla en mi cabeza.

-Aburrido.-Me sincero, creo que él sabe que no estoy a gusto aquí.

-Imagino que sí. Podrías haber venido.-Damiano suspira.

-No quiero que me llamen groupie.

-No eres una groupie.

-Pero lo parezco.

Resoplo y me levanto tirando sin ganas mi móvil a la cama. Damiano siento que está mirándome pensativo y mi cabeza va a echar humo.

-¿Qué te ocurre?

-Nada.-Suspiro y le miro, levanta una ceja.-Estados Unidos no es lugar para mí.

-¿A qué te refieres?

-Pues que no puedo, no me gusta, es aburrido, yo necesito hacer algo más que esperarte, llevamos casi un mes aquí, no hago nada. Se van pasando los días, salimos a comer, a cenar, fuimos a la playa 1 día en California y ahora parece que estoy viviendo en una cárcel de asfalto gigante. A penas tenéis tiempo, y créeme que lo entiendo pero...creo que después de los premios debería irme.

Me mira sorprendido. Le prometí que me quedaría a su lado, que le acompañaría, pero no, no estoy preparada. Ese mismo fin de semana eran unos premios de la MTV, iría con él pero ya. Después debían quedarse a más concierto casi otro mes.

-Lo entiendo.-Baja la mirada al suelo.-Es demasiado tiempo, pero aquí nos están conociendo, este es el salto definitivo.

-Y créeme que lo entiendo, pero Damiano necesito tener una vida algo más normal.

Me acerco a él que seguía en el mismo sitio desde que me había alejado y le abraza para poner mi oreja en su pecho pegada y escuchar su corazón que bombea rápido. 

-Me paso el día esperándote, sé a lo qué venía pero de pensarlo a vivirlo...no es lo mismo.

-Al menos me vas a acompañar a los premios.

Asiento y le miro para sonreírle y besarle. Mi italiano favorito era un amor.

Voy corriendo de un lado a otro de la habitación. Casi he terminado de arreglarme para acudir a los premios. Damiano y Ethan hablan mientras terminan de peinar a mi chico. Ethan está preparado. Los demás estaban siendo atendidos en otra habitación. Damiano me mira por el espejo, lo he notado y se ríe cuando salgo del baño porque se me ha olvidado coger los pendientes, porque no he cogido la barra de labios, porque me falta el collar, o porque no he cogido el colorete.

Ellos son los famosos y tienen personal pero yo tengo que hacelo sola.

Cuando salimos del hotel hay algunos fans que gritan sus nombres, se hacen algunas fotos pero salimos rápido porque sino llegaremos tarde. Voy unos pasos atrás y mientras posan en el photocall les observo. Me giro y veo a varios cantantes conocidos. Muero por llegar a ver a Harry Styles, pero he leído que no viene porque tiene un concierto aunque está nominado en varias categorías.

Escucho mi nombre y miro a Damiano que quiere que yo pose con él. Niego. No puedo. Sería la primera vez que lo hacemos.

Los cámaras apuntan hasta mí, algunos son de fotos y otros de vídeo y siento un calor sofocante. Damiano hace gestos con la mano, Victoria me anima mientras ellos posan de forma individual.

Me acerco y escucho algo de jaleo entre los fotógrafos, primera vez que posamos juntos de forma oficial.

Los flash me hacen parpadear más de lo que me gustaría, seguramente salga en la mitad de las fotos con los ojos casi cerrados o enteramente cerrados. Damiano me mira y yo le imito. Sonrío con ganas. Mi italiano se acerca a mi cara y me besa por varios segundos ante las palabras y jaleos de los cámaras. Nos separamos y lanzamos nuestras sonrisas más sinceras. 

Le hacen entrevistas mientras avanzan y cuando por fin entramos no puedo creer lo grande que es aquello. Nos indican los asientos. El mío está a su lado y nos damos la mano mientras observamos en silencio.

-Mira, allí está Taylor Swift.

Giro mi cabeza corriendo, me puedo morir en ese instante, mi corazón bombea con tanta rapidez al verla de lejos. Lo peor es que sigue apareciendo gente tan importante que no sé a dónde mirar más. Shawn Mendes, Camila Cabello, Billie Eilish.

En uno de los momentos deben ir hacia el backstage porque deben actuar.

Vuelvo a sentarme y los premios siguen dándose. Cuando aparecen en el escenario aplaudo como loca.

Verles en directo es lo mejor. La gente baila y aplaude cuando acaban. Una vez vuelven a los asientos me abrazo a ellos y a Damián o le beso con ansias.

Se me acerca al oído.

-Ya falta menos para volver a nuestra habitación.

Le doy un golpe en el brazo y me río.

Cuando volvemos me voy al baño para quitar el maquillaje aunque antes ya he dejado los zapatos en la entrada. Le veo entrar por el reflejo del espejo. No nos hemos quedado a la fiesta, los demás sí.

Se me acerca y besa el cuello. Me encojo y río.

-Espera al menos que me quite el maquillaje.

-No te estoy interrumpiendo, sigue a lo tuyo.

Su mano pasa por mi trasero, por la cadera y va peligrosamente al sitio más sensible. Dejó escapar un sonido placentero y le veo morderse el labio. Mueve su mano por encima de la tela y me quedo quieta apretándome a su mano y el lavabo. Él se pega a mí y le siento excitado, aunque aún no en su totalidad. Apoyo mis manos en el lavado y vuelvo a soltar un gemido. Echo mi trasero hacia atrás un poco y hacia arriba y abajo. Ahora es él quien suelta un gemido.

Cuando siento que la intensidad de su mano es alta me giro como puedo y le beso. Bajo mi mano a su pene y le toco por encima del pantalón haciendo que abra su boca.

Mi vestido lo desabrocha y va al suelo. Baja con urgencia mi ropa interior mientras yo desabrocho su pantalón.

Su excitación sale apuntándome con fuerza y sonrío. Me aupa contra el lavabo y dirige su pene a mí. Con su mano lo introduce y suelto un grito muy placentero. El gime y yo le sigo. Con fuerza me penetra y me agarro como puedo a él y al lavabo echando mi espalda hacia atrás para darle más accesibilidad.

Lo hace con fuerza, como nos gusta. La respiración es cada vez más agitada, me noto llegar. Me desespero y bajo mi mano a mi clítoris para acariciarlo y él baja su mirada. Esto ni en una película porno.

Y lo siento, llega con una oleada fuerte. Grito desesperada y le miro a los ojos. Me llena, lo hace con espasmos al igual que los míos y echa su cabeza hacia atrás mientras lo hace. Cierro mis ojos y muerdo los labios con fuerza.

Cuando sale de mí se agacha un poco y me besa con dulzura. Después de esa fuerza demuestra su amor y yo el mío con besos lentos y abrazos.

-No quiero que te vayas, quiero que estés aquí.

Sonrío y asiento. Debo hacer un esfuerzo y no ser una niña caprichosa. Debo quedarme con él ahora que tengo la oportunidad aunque sea para momentos contados en el día. Es mi italiano, el amor de mi vida.

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⏰ Última actualización: May 08, 2023 ⏰

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Morirò Da Re Damiano David - MåneskinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora