Capítulo 23

174 9 1
                                    

Me miro en el espejo, llevo un mono de una sola pieza en color azul eléctrico. Tiene solo un tirante y se ajusta al cuerpo salvo el final de la pierna que es bastante ancho. Unos zapatos negros y bolso a juego. El pelo lo he rizado y recogido tan solo en un lado, el maquillaje está bastante decente dentro de mi torpeza al maquillarme. 

Salgo del baño y cojo el bolso en el que compruebo que llevo lo esencial. Damiano se acerca a mí y me fijo en él bien. Lleva una camisa blanca, un pantalón gris medio y unas botas. Dentro de su estilo pero no de forma extravagante.

-¿Quieres parecer serio?-Me burlo un poco de él, aunque no niego que está guapísimo.

-Por supuesto.

Hace un gesto serio y una pose interesante que me hace reír. Mi teléfono suena, un mensaje de whatsapp de mi madre, ya están de camino al restaurante.

Salimos de la habitación, no puedo creer que haya llegado el momento, aunque después de este tiempo es hora de que lo conozcan en persona. 

Damiano me da la mano en el ascensor, no hablamos, ambos estamos nerviosos. Subimos a un taxi y cuando estamos llegando aprieto su mano y él la besa sin soltarla.

-Dios mío parezco una niña de 15 años que va a presentar a su primer novio.

-No seré el primer novio pero sí soy el más guapo.

Suelto una risa, sabe como calmarme. Mis padres no son estrictos, son muy abiertos en sí, lo conocen por videollamadas, pero esto no es lo mismo.

Salimos del taxi y los veo a un lado de la entrada, nos están esperando fuera. Mis maravillosos padres. Me acerco rápido esta vez soltando la mano y abrazándolos a ambos muy fuerte, llevo tiempo sin verlos y acostumbrada a estar siempre con ellos todos los días los echo de menos.

Cuando nos damos unos cuantos besos y abrazos me separo un poco, Damiano está sonriendo ampliamente.

-Bueno, él es Damiano, ya lo conocéis.

-Es mucho más guapo.-Dice mi madre agarrando el brazo de él y dándole los dos besos tan típicos de España.

-Gracias. Digo lo mismo de ambos, entiendo que su hija sea tan guapa ahora que los veo.

Levanto una ceja y río, es un gran charlatán y adulador.

Mi padre y él se dan la mano y abrazan. Entramos en el restaurante y nos sentamos en la mesa que estaba reservada a mi nombre, mi padre y él empiezan a hablar de fútbol, está jugando el F.C. Barcelona y en la entrada hay una tele en la que hay algunos hombres que lo están viendo. Mi padre es un gran aficionado de ellos y Damiano también le gusta demasiado el fútbol, yo lo veo pero últimamente no le presto mucha atención.

Nos sentamos y pedimos algo para beber y entrantes como jamón o queso, mi padre está empeñado en que Damiano coma solo algo español. Después sigue salmorejo, berenjenas fritas con miel, carrillada, etc. Damiano está encantado con la comida, todo le gusta o al menos eso dice y no sé si es por quedar bien, aunque cuando prueba la comida lo veo disfrutar.

-Te conocemos a través de una pantalla pero es como si te conociéramos de hace mucho más tiempo.-Interviene mi madre después de no haber parado de hablar con él en toda la noche.

-Tenía plena confianza, vuestra hija sí estaba más nerviosa.

-Serás mentiroso.-Le digo con risas.

-Bueno yo solo con veros felices me conformo, saber que mi hija está con alguien que la quiere, cuida, la aprecia.-Mi madre coge mi mano y la veo algo emocionada.

-No solo eso, la idolatro. Es lo mejor que me ha pasado en la vida.

Le miro y toco su cara, vuelve a besar mi mano y me derrite.

Morirò Da Re Damiano David - MåneskinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora