Capítulo 24

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" Pero que dijiste...? Acaso has perdido el juicio?"-- su padre se levantó de golpe de dónde estaba sentado lanzando el libro al piso. Furioso se dirigio a su hijo quedando a centimetros de distancia de Fernando.

" Lo que escuchaste padre,me llevo a Lucero"--se encogio de hombros tratando de mantener toda la serenidad posible.

" Fernando podrías decirnos el porque de tu decision...? su madre finalmente le habia dirigido la palabra,pero aún mantenía su expresion dura y distante.

"Creo que le hara bien cambiar de aires para su recuperación,el neurologo ya me dio la autorizacion para llevarla conmigo,llevo sus medicinas y algunas otras indicaciones"

"Pero acaso piensas que estas viajando por placer...? Te recuerdo que vas de viaje por negocios jovencito. Reprendió el gran patriarca.

"Se perfectamente a que voy papá,no tienes porque recordarmelo cada segundo. También se tomar mis propias decisiones, y tampoco quiero discutir contigo ya esta decidido y quieras o no voy a llevarme a Lucero conmigo. Puedes llamarle al Capitan para informarle que tomaremos el avión y a primera hora estaremos en el angar mañana o si no quieres prestarme el avión pues veré la manera como alquilar uno...? por primera vez habia retado a su padre, temía que se agitara mas de lo normal o mostrara algun sintoma de sentirse mal pero para su fortuna su padre se veía bien.

"Y que va pasar con el boleto que habia mandado a reservar---? 

" Tendrás que pedir que te hagan un reembolso,pues ella no podrá abordar un avion de linea comercial sin visa y pasaporte" 

" Esta bien gran ejecutivo,acepto que te lleves a tu paciente al viaje. Solo espero que no me decepciones y me traigas buenos resultados de mis negocios" 

"Te  prometo que no te defraudare"

Padre e hijo se fundieron en un calido y fuerte abrazo mientras que Blanca aún analizaba si era una buena opcion dejar que Lucero viajara sola con su hijo despues de lo que habia visto en la oficina.

Una de las muchas empleadas de la casa llamó a la puerta avisando que la cena estaba lista, la familia Colunga se dirigio al comedor. Fernando encontro a Lucero en la mesa,ella sonrio en automático al verlo mientras que el hizo lo mismo.

" Bonita..." la tomo sutilmente de la mano dandole un beso en los nudillos en señal de saludo.

" Fer..." sintio sus mejillas enrojecer cuando aquel apuesto caballero le beso la mano.

"Estas lista para la aventura...?=

" Estoy muy emocionada,creo que no podre dormir, tu nana ya me ayudo con la maleta que llevare"

" Dicen que por alla encuentras las mejores prendas de diseñador,creo que te van a gustar"

Fernando le guiño el ojo mientras se extendia la servilleta en sus piernas para prepararse a comer, la cena transcurrio con total tranquilidad. Todos los comensales degustaron de los platillos que había preparado el chef para ellos. Todos vieron como el mayordomo le pasaba el telefono a Rodolfo quien pidio disculpas y luego se levanto de su silla para ir a contestar alejado-

"El capitan despegara mañana a las ocho de la manaña" dijo cuando regreso a la mesa.

"Asi que deberan estar un par de minutos antes,para abordar"

Fernando asintio,mientras que Lucero sentia miles de mariposas revoloteando en su estomago.

Su padre pidió disculpas y se retiro antes a dormir,Lucero a los pocos minutos hizo lo mismo.

En la mesa quedaron solamente Blanca y Fernando quienes bebian de una taza de cafe mientras que Blanca cortaba un trozo de pie de manzana que era de postre.

"Podemos hablar sobre lo que paso hoy...?"--valiente y temerario rompio el silencio luego de varios minutos de silencio sepulcral en la mesa que parecieron siglos.

" No, tu y yo hablaremos de lo que paso hoy cuando regreses de tu viaje. Aún sigo enojada y decepcionada de ti" dicho esto se levanto de la mesa mientras iba a la planta de arriba de la casa dirigiendo sus pasos a la habitacion.

Bufo triste,pidio una copa de whisky para luego bebersela de golpe. Checo la hora en su Rolex y no sabía cómo exactamente pero ya eran las doce de la noche,decidio ir a dormir solo le quedaban un par de horas para su viaje.

Daba vueltas y vueltas en su cama,no podía creerlo aun, estaría en una ciudad quiza desconocida en su mente o quiza ya la habia visitado. La nana de Fernando le habia platicado sobre los atractivos de la -"Gran Manzana"-- la estatua de la Libertad,el puente Brooklyn y otros muchos lugares de los que le había hablado.De solo pensarlo ya moria por llegar,tambien estaba nerviosa, estaría a solas con Fernando,quiza ahora con más suerte si la besaría.

" Pero en que estas pensando Lucero...? se levano de golpe de la cama golpeandose la cabeza con ambas manos.

Su olor era imborrable,su cercania embriagadora,oh cielos cuanto daria por sentir sus labios junto a los suyos. 

" En que piensas...? susurro una voz.

Abrio los ojos de golpe no sabía cómo pero los había cerrado, estaba totalmente asustada de ver a Fernando parado debajo del marco de la puerta.

" Que haces aqui...? preguntó sorprendida al verlo vestido con una camiseta blanca,unos pantalones de dormir y unas pantuflas.

" Lamento haberte asustado"-- Pensé que dormías y quería ver qué todo estuviera bien contigo"--camino lentamente a ella,sentandose en el borde de la cama.

" Ya vas a decirme porque te golpeabas la cabeza,y porque aún sigues despierta..?"-- dulcemente le acomodo un mechón de cabello detrás de su oreja mientras le plantaba un esponjoso beso en la frente.

--" Creo que es la emoción.."-- sintió desbaratarse por completo cuando Fernando tuvo ese gesto con ella.

" Papá sugirió que me quedara a dormir,así no nos retrasaremos"-- dijo susurrando,tomó sus pequeñas manos entre las suyas,dándole un beso en los nudillos.

Sus miradas conectaron, por instinto Fernando acuno su rostro entre sus manos. Ella permaneció estática al sentir su cercanía. Se activaron de nuevo aquellas mariposas en su estómago. Con dificultad se acercó a ella,quedando a milímetros de distancia manteniendo una lucha interna en su interior en si hacer o no lo correcto.

Ambos sonrieron tiernamente,el repartió lentamente varios besos esponjosos y tiernos por su frente,pómulos,mejillas y la punta de su nariz.

Sus labios eran perfectos,los delineó suavemente con el pulgar de su enorme y fuerte mano derecha. Tratando de aprenderselos de memoria, aquellos labios eran la invitación al pecado,el fruto prohibido que lo invitaba a comer de ellos.

Finalmente aceptó caer en tentación,acercó sus labios tan solo un poco a los de la mujer que tenía frente a el. Estuvo a punto de besarla cuando alguien llamo a la puerta sacándolos a ambos de la burbuja que estaban sumidos.

De golpe se levantó de donde estaban sentado, mientras que ella trataba una vez más de reponerse del momento vivido.

" Niña Lucero,aún estás despierta"-- Era la nana Benita quien llamaba a Lucero.

La Paciente Desconocida ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora