Capítulo 47

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Fue testigo de como la vida de su padre se le escapaba de entre las manos. Fueron dos veces,dos terroríficas ocasiones en las que casi perdía a su padre.

Lucho hasta el final,no iba a darse por vencido tan fácil y menos aún sabiendo que de el dependía la vida de su padre.

Finalmente lo había logrado,fue una operación de alto riesgo. Una batalla en la que el logro ser el vencedor,logrando evitar que la muerte se llevará a su padre.

---" Lo lograste..."-- susurro Antonio mientras se quitaba la mascarilla.

Habían terminado la operación con éxito,solo esperaba que su padre reaccionara favorablemente.

---" Le salvaste la vida a tu padre"-- dijo su amigo antes de ver cómo los camilleros se llevaban a Rodolfo a cuidados intensivos,dónde esperaban que reaccionara y tuviera una recuperación exitosa.

La culpa le carcomía el alma.

Llorar...?

No le parecía una opción y menos en esos momentos donde suponía que el debía ser el soporte de su madre en aquellos momentos.

---" Pero cálmate,tu padre aún sigue con vida y debes estar orgulloso de eso. Le salvaste la vida."--- Antonio veía a su amigo desconsolado sentado en una silla del pasillo de la sala de operaciones.

Aún llevaba su ropa de quirófano totalmente llena de sangre.

---" Fue mi culpa,todo ha sido mi culpa"--- se recriminaba en voz baja antes de esconder su rostro entre sus manos.

---" No ha sido culpa de nadie,así que deja de recriminarte y mejor ve a cambiarte"--- dijo su amigo antes de golpearlo levemente por la espalda.

--" Yo iré a darle la noticia a tu madre que todo salió perfectamente"- fue lo único que dijo antes de caminar rumbo a la sala de espera donde sabía que encontraría a una aflijida esposa junto con los demás familiares .

Se levantó de dónde estaba sentado,dirigió sus pasos al único lugar donde sabía que encontraría consuelo. El consuelo que nadie en esos momentos sabía que le podría dar.

Aquel pequeño lugar respiraba paz y tranquilidad. Se dejó caer de rodillas ante el suelo finalmente soltándose en llanto.

Velas y flores adornaban aquel pequeño lugar. Varias imágenes religiosas estaban colgadas en las paredes y una enorme cruz frente a el.

---" Casi mato a mi padre..."-- dijo sollozando.

---" Perdóname,y te pido ayúdalo a qué se salve."-- rezaba con fe y devoción ante aquellas imágenes que tenía frente a el.

El único lugar donde pudo desahogarse fue aquella capilla. Aquel pequeño pero reconfortante lugar donde raras veces asistía o casi nunca asistía.

No supo cuánto tiempo exactamente transcurrió. De la nada sintió como una mano se posaba sutilmente sobre su hombro.

Se levantó de dónde estaba para encontrarse con la persona que tenía a su lado.

---" Todo estará bien,no tienes porque llorar"--- limpio sutilmente las lágrimas que mojaban su rostro.

---" Es fácil decirlo,pero no sabes lo que estoy sintiendo en estos momentos"-- dijo antes de ir en busca de una silla donde poder sentarse.

----" Tienes razón,no sé lo que estés sintiendo en estos momentos pero lo puedo imaginar"--- ella fue detrás de el sentándose a su lado,posando sutilmente una pequeña mano sobre su pierna.

----" Casi se muere por mi culpa. Lo único que hice fue discutir con el..."--- dijo antes de abrazar a la rubia con las pocas fuerzas que aún le quedaban.

Más que gustosa correspondió a aquel abrazo escuchando como aquel hombre volvía a hundirse en llanto.

---" No puedo creer lo que acabo de escuchar"----

Aquellas palabras causaron un sobresalto en ambos. Se separaron abruptamente mientras veían entrar a una desconsolada Blanca con la nana Benita.

---" Dime qué no es cierto por favor,que lo que acabo de escuchar fue producto de mi imaginación"-- suplico al borde del llanto por una vez más al día.

Fernando no supo que decir.

---" Cómo pudiste"---- fue lo único que dijo furiosa antes de salir rápidamente de aquel lugar.

Benita salió tras la mamá de Fernando mientras que el desconsolado quiso ir tras su madre pero Lucero lo impidió.

---" Tengo que hablar con ella..."--- dijo tratando de zafarse de su agarre.

---" Porque no dejas que se calme,ya hablaras con tu mamá cuando estén más calmados"-- sugirió antes de acariciarle suavemente la mejilla.

La Paciente Desconocida ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora