La Paciente Desconocida ®

Capítulo 23

" Oh vamos Lucerito,tampoco me voy al fin del mundo,solo voy a New York tres semanas y luego regreso"--

" Me harás mucha falta,no quiero que te vayas. Voy a sentirme muy sola"-- dijo aún aferrándose más a él.

" Pero Lu,tienes a la nana Benita quien te adora como si fueras su hija,tienes a mi madre quien le agrada tu compañía y a mi padre"-- Fernando besaba su rubia cabellera,para luego acariciarle suavemente la espalda.

" Tu papá me da miedo"- tenía miedo de decirle ese pequeño detalle pero finalmente lo había hecho.

Fernando la separó de el tan solo un poco para poder verla, automáticamente Lucero bajo el rostro en señal de vergüenza pero el hizo que lo volviera a ver tan solo con tomarla dulcemente del mentón.

" Oye bonita,se que papá es un ogro pero no es tan malo como aparenta"-- torcio los labios en una mueca ladeada. Dibujando una sonrisa.

" Aún así,tu padre me causa pánico,no quiero que te vayas Fer"-- de nuevo se lanzó a el abrazándolo efusivamente.

Su cabeza era un dilema,su persona favorita le pedía a gritos que no se fuera,su padre le exigía que fuera,tenía que hablar con su madre sobre lo ocurrido en la oficina. Nunca tuvo tanta presión en el hospital como la que estaba viviendo haciéndose cargo de " Colunga Companies".

" Que te parece si me acompañas...?'-- sugirió.

Se zafó de su abrazo, observándolo atentamente.

" En verdad puedo hacer eso..?"-- se veía visiblemente emocionada.

" Claro, obviamente que no podrás hacerlo en avión de línea comercial porque tendrías que tener visa y algunos otros papeles pero en este caso creo creo que tomaremos el jet privado de papá. Aterrizariamos en el angar y no pasaríamos el típico control de pasajeros"-- No sabía si sus padres estarían de acuerdo en llevarla como compañera de viaje,y tampoco estaba seguro de que su padre le prestará el jet.

Pero estaba seguro de que algo se le ocurriría para convencer a sus padres.

" Ve a reunirte con mis padres,y dile a la nana Benita que prepare tu maleta,yo mientras terminaré de arreglar mis asuntos en el hospital,y nombrare a un nuevo director interino"-- le dió un beso en la frente,para luego abrazarla fuertemente antes de que aquella dulce criatura saliera de su oficina.

Visiblemente emocionada,salió de la oficina para ir al encuentro de los padres de Fernando. Sonrío al verla irse mientras iba por una copa al minibar.

Sinceramente la necesitaba,necesitaba sentir aquel líquido quemarle la garganta,sabía perfectamente  lo que había pasado la última vez que había bebido pero iba a controlarse.

Hizo un par de llamadas al hospital,informándoles sobre su ausencia durante tres semanas. Luego llamo a Antonio para pedirle que se hiciera cargo de sus pacientes. Su amigo acepto encantado y le prometió que sería un excelente director interino en su ausencia.

El tiempo en la oficina se fue volando,dirigió la vista al enorme ventanal el cielo se había tornado negro con miles de estrellas titilando en el,también podía ver una hermosa y brillante luna.

Vaya la noche había llegado y no había comido nada.

Era hora de ir a su casa a preparar su equipaje pero antes pasaría a casa de sus padres a hablar con su madre y comunicarles sobre su decisión de llevar a Lucero.

Salió del edificio para luego ir al estacionamiento en busca de su Audi,desactivo la alarma mientras abría el auto para abordarlo no sin antes acomodar sus cosas dentro.

El camino conduciendo a casa fue tranquilo,pensaba y analizaba varias cosas que quizá debían cambiar.

Finalmente y sin percatarse,había llegado a casa. Antes de bajar se despojo de la molesta corbata,abriéndose un par de botones de la camisa.

Al entrar encontró un gran ajetreo,el personal que trabajaba en su casa acomodaba varias maletas,otros se concentraban en la cocina.

--"Dónde está mamá y papá...?"-- le pregunto a una empleada.

" En la sala,tomando el té"-

Dirigío sus pasos a la sala,encontrándose con sus padres. Rodolfo leía un libro mientras sostenía una porcelana de café en sus manos.

Mientras que Blanca bebía un te de infusión de manzanilla,luego vio como se llevaba una galleta a la boca.

Ambos se encontraban sentados frente a la chimenea.

" Buenas noches"-- se limito a saludar.

" Que bueno que llegas,te esperábamos para cenar"-- Rodolfo se quitó sus gafas para leer mientras cerraba el libro de golpe.

" Gracias pero solo vine un momento,debo ir a mi casa a preparar mi equipaje"

--" Tu equipaje está aquí,lo mandé traer con el chófer"--

Impactado fue a saludar a su padre de un beso y un abrazo como siempre lo hacía. Se acercó a su madre quien aún no le correspondía a ninguna muestra de afecto.

--" Todo está listo para tu viaje,estarás tres semanas en NY,la reservación de hotel la hice en el The Beekman,a Thompson"

" Pero papá,no crees que es demasiado.?"-- ese era uno de los hoteles más caros de aquella ciudad,a pesar de ser hijo de uno de los empresarios más ricos y poderosos del país nunca le gustaron los lujos.

" Eres mi hijo no? No pienso dejar que duermas en un hotel de mala muerte"-- dijo bebiendo de su porcelana de café.

" Y tú Blanca,no dices nada..?"-- preguntó Rodolfo observando minuciosamente a su esposa quien mantenía la mirada perdida.

" Tu ya lo decidiste no es así,no puedo contradecir tus órdenes"-- dejo su taza sobre la mesita del centro.

" Desde esta tarde estás rara,te pasa algo..?"-- preguntó extrañado.

--" No pasa nada,seguro estoy cansada"-- dijo.

" Dime, porque no te creo...?"--

" Oh vamos cariño, porque mentiría...?"--

" No sé,pero algo tienes y no quieres decirme"--

Por instinto Blanca alzó la mirada a Fernando,su rostro se había tornado pálido en señal miedo y angustia.

" Estoy bien,no te preocupes..."-- dijo luego de un par de minutos en silencio.

Su madre ocultando lo que la mantenía distante,necesitaba hablar con ella cuanto antes.

" Solo para avisarles que me llevo a Lucero conmigo"-- dijo finalmente.