Capítulo 37

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Fue un beso tierno,lleno de amor y deseo.

Finalmente se habían besado, Fernando estuvo renuente al principio,quería apartarla de el cuando sintió aquellos labios rozarse con los suyos pero la rubia fue más hábil que lo abrazo por el cuello evitando así que se apartara de ella.

Y aquel hombre quien tenía una lucha interna,una guerra sin cuartel se dejó llevar. Sus enormes manos se posicionaron en su cabeza acercando aún más su delicado rostro al de el.

Su lengua desesperada se introdujo dentro de aquella pequeña boca que gustosa abrió tan solo un poco para darle la bienvenida.

Su húmeda lengua exploro la boca de la rubia,aprendiendose cada rincón,aprendiendose su sabor.

De la boca de Lucero salieron delicados gemidos,que Fernando tomó como aliciente para seguir y que nadie. ni siquiera algún Dios pudiera parar lo que allí dentro sucedería.

Sin separar sus bocas ni un solo instante con desesperación la tomo de la cintura elevándola en brazos para luego sentarla sobre su ahora escritorio.

El aún más experto en el tema comenzó a despojarla de su chaqueta para luego encontrarse con una atrevida blusa de tirantes que comenzó a bajar rápidamente.

El corazón de la rubia golpeaba fuertemente contra el esternón,respiraba rápidamente mientras que el moreno iba dejando un rastro húmedo y bizcoso por su cuello hasta llegar a su hombro que mordió y beso.

--" Espero y no me defraudes"- aquello resonaba fuertemente en su cabeza.

--" Espero y respetes y cuides a esa chica cómo buen caballero que eres"-- su mente le estaba recordando cada una de las promesas que le hizo a sus padres antes de salir.

La acelerada respiración de Lucero estaba fuera de control mientras sintió como Fernando se separó de ella bruscamente yendo rápidamente a buscar una copa al minibar.

Abrió los ojos muy lentamente tratando de calmar su respiración mientras buscaba con la mirada a Fernando quien bebía sin control.

El moreno respiraba rápidamente de igual manera trataba de darle una explicación a lo que acababa de hacer,elevaba la mirada al cielo como pidiendo clemencia y misericordia de su alma por su grave falta.

Lucero se levantó de donde estaba sentada mientras se volvía acomodar la blusa y se ponía su chaqueta para ir en busca de su doctor.

--" Perdóname,yo no quise..."-- dijo cuando la tuvo frente a el.

No sabia cómo articular palabra,su lengua se enredaba por si sola.

--" No tienes porque disculparte los dos lo quisimos no es así...?"-- dijo antes de acercarse a el y limpiarle la boca que ahora tenia todo su labial.

--" Pero no es correcto..."-- dijo furioso consigo mismo antes de separarse de ella y estrellar la copa de cristal contra la pared.

--" Porque no es correcto...?"-- preguntó miedosa por la actitud de Fernando.

--" Porque eres mi paciente,además estoy faltando a mi juramento y mis principios"-- dijo desesperado

--" Dime algo,te gustó...?"--

Fernando abrió los ojos en una mueca deamensurada limitándose a responder.

--" Con un demonio,respóndeme"-- ordenó luego del silencio sepulcral de Fernando.

--" Me fascinas preciosa"- dijo antes de ir frente al enorme ventanal de su oficina.

Finalmente había abierto su corazón sus sentimientos a otra mujer luego de todo lo que había sufrido en el pasado.

--" Entonces, porque te niegas a darte una nueva oportunidad"-

--" No es eso, entiende. Que me asegura si en la vida que no recuerdas estés casada o enamorada de otro hombre...?"-

--" Quien me asegura que haya afuera no haya un hombre enamorado desesperado por encontrarte o quizá tengas unos hijos desesperados por no saber nada de mam..."-- no pudo seguir argumentando nada porque sintió de nuevo como la rubia lo halaba del cuello para darle un suave beso sobre los labios.

--" Dame una oportunidad y confía en mí"-- dijo contra sus labios.

 

La Paciente Desconocida ®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora