----" Pasa Bárbara, que se te ofrece?"--- añadió Fernando llendo hacia la enorme silla de cuero que estaba frente al escritorio de su padre para sentarse.
Bárbara camino hacia el escritorio con un contoneo de caderas más evidente de lo normal junto con un par de movimientos sensuales que para Fernando no pasaron inadvertidos. Eso provocó una risa traviesa en el.
-----" El café tal y como le gusta doctor"--- añadió dejando la charola con la taza de café sobre el escritorio.
----" Como sabes cómo me gusta el café? Añadió con un tono travieso más del habitual.
Fernando no era el típico hombre que le gustará coquetear con cualquier mujer, pero ya había sufrido por una mujer en el pasado, era justo que empezará a olvidar,y que mejor forma que con Bárbara.
---" Mi intuición femenina me dice que te gusta el café solo, y cargado"--- añadió rodeando el escritorio y llendo lentamente hacia el.
---" Te equivocas preciosa"-- dijo mientras le daba vuelta a su silla encarando a Bárbara quien subió encima de sus piernas, luego le rodeo el cuello con los brazos, mientras Fernando le rodeaba la cintura con sus grandes y fuertes manos.
---" Me gusta el café expreso con una de azúcar"--- creo que ya sabes para la próxima.
---" Lo tendré en cuenta doctor"-- añadió aquella mujer llendo peligrosamente hacia el lóbulo de la oreja de Fernando, mientras le daba una mordida suave y apasionada.
Las manos de Fernando se colaron por debajo de la falda de la que sería su secretaria por una semana o quizá por más tiempo, aquella piel era suave y tersa, adictiva y sumamente provocadora. Aquellas manos se encontraron con el borde de sus bragas, mientras delineaba suavemente el encaje con sus dedos deseando arrancar de su cuerpo aquella prenda.
---" Muero por saber que tienes debajo de esta falda"-- añadió Fernando tomandola con rudeza de la enorme melena.
---" Por que no lo averiguas...?"--- añadió la mujer dirigiéndose hacía los labios de su jefe.
Finalmente Fernando se dejó llevar por la lujuria y el placer del momento, la beso como nunca había besado en tanto tiempo, era una sensación parecida al deseo y el placer,aquel beso no era lleno de amor y dulzura como siempre había soñado besar, era un beso lujurioso y deseoso de saciar la actividad del momento.
Con aquella mujer sentía la imperiosa necesidad de saciar sus deseos de hombre, y aún así no estuviera satisfecho. Le invadió la boca con salvajismo, mientras que Bárbara gemia descontroladamente, aquella faena de humedad estaba saliendose de control. Fernando la tomó de las piernas mientras la sentaba en el escritorio, todas las cosas del escritorio salieron expulsadas por el aire.
Hábilmente le subió la falda por encima de la cadera, se separó de ella para tomar aire, Bárbara esperaba expectante lo que vendría a continuación mientras que Fernando se quedó estático, cuando se separó de ella, lo primero que vio fue el rostro de su paciente sonriéndole con dulzura y mirándolo con ternura y amor.
El rostro de Lu, reflejado en Bárbara, eso lo asusto y lo sorprendió tanto que tuvo que separarse abruptamente de la mujer que estaba sobre el escritorio luego se dirigió rápidamente hacía el mini bar del despacho para servirse una copa de whisky.
Fernando respiraba rápidamente la taquicardia subió súbitamente por todo su cuerpo.
--" Qué demonios había sido eso"-- se recriminaba mentalmente, mientras se servía otra copa de aquel licor ambarino.
Haber visto el rostro de su paciente en otra mujer? Eso no era nada normal.
Lo próximo que sintió fueron unos pequeños brazos rodearlo por el cuello mientras que con esfuerzo logró darle un beso en la espalda.
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La Paciente Desconocida ®
Mystery / ThrillerFernando Colunga médico y cirujano, con una especialidad en cardiología,ha trabajado por más de cinco años en un hospital en la ciudad de Los Angeles California. Para ser tan joven Fernando ha logrado destacar entre varios colegas con quiénes trabaj...