Capítulo XXI: SOLO TONTERÍAS

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Hacía solo unas semanas atrás, los cuatro habían estado reunidos de la misma forma en las instalaciones para visitantes de Fuego, pero en aquel momento el planteamiento de Kenna era muy distinto. En ese momento, ella les habló de Artús y de cómo debían revivir la causa, además les dejaba libre decisión para participar o no hacerlo. Sin embargo, ahora los términos parecían haber cambiado. Kenna estaba negada a que siguieran participando y aunque Ian entendía la causa de su renuencia, no la compartía.

Su padre luchó por eso, dio su vida por Artús y se sentía tan erróneo que Ian no lo hiciera, él deseaba que su madre comprendiera eso.

-Escuchen -Kenna dijo como por décima vez-. No tienen nada por lo que preocuparse, sus padres no murieron por nada yo me aseguraré de eso. Hay gente, más grandes que ustedes, más preparados, tanto en madurez, como habilidades. Ellos se harán cargo, ustedes lo único que deben hacer es ir a Agua, y permanecer allí.

-Pero dijiste que la gente necesitaba oír el apellido Klose para unírsenos -protestó Urien-. Si yo corro a esconderme, ¿entonces de qué ha servido todo esto?

-La gente ya sabe de ti, la voz se ha corrido. Eso era todo lo que tenías que hacer. Si algo te pasara, la gente no reaccionaria bien. -Ian achicó los ojos dándose cuenta de lo que su madre pretendía. Quería hacer parecer su decisión como algo político, en vez de como la preocupación de una madre-. Eso les recordaría a Garred, a la gente que perdieron. Ya no se sumarian a la causa, ni se revelarían ni pelearían.

-Yo difiero -comentó Ian y su madre lo observó con una mirada dura, pero Ian podía ver la súplica en sus ojos claros. «No me contradigas.» gritaba, «por favor, no lo hagas.» pero de nuevo, él no solo podía quedarse de brazos cruzados y entendía que Urien tampoco quería-. Se convertiría en un mártir, es posible que hasta pelearan con más ganas.

-Oh Ian, no digas esas cosas -protestó su hermana, que estaba sentada en la cama ayudando a Kenna a doblar blusas y pantalones. Al igual que su madre, Shannen concordaba con que se fueran a Agua y dejaran todo en manos de otros. Él sabía que ese cambio de actitud se debía a las últimas cosas que sucedieron. El secuestro de Kaya, la infiltración de Bastiaan y lo que este hizo con su mente. La furia que se le enroscaba en la garganta cada vez que lo recordaba era un motivo más por el que no podía solo no hacer nada.

-Sé que todo esto tiene que ver con Bastiaan y lo que me hizo -explotó-. Pero dense cuenta, eso sucedió cuando más seguros parecíamos estar. Yo puedo caminar en un campo minado y sobrevivir. O puedo ir a descansar a mi cama y no despertarme nunca más. Miren, entiendo por qué piensan que debemos permanecer seguros, pero esa puede no ser la solución. Esta vez estoy con Urien. Melvin tiene un plan, no el más brillante, lo admito, pero es más de lo que teníamos hace dos días. Y creo que vale la pena probarlo.

-Owen puede solo matarlos a distancia -comentó Kenna, en una voz tan baja que Ian creyó que solo estaba verbalizando un pensamiento que la aterrorizaba, Ian también lo había pensado, pero para ello habló con Melvin y este le dijo que no lo creía. Ian compartió esas hipótesis con su madre.

-No lo creo. Si nos quisiera muertos, Bastiaan tuvo muchas oportunidades para hacerlo. Lo que me hace pensar que tenía otras órdenes. Llevar a Urien con vida. Creo y Melvin también lo cree, que Owen conoce el valor del apellido Klose. Si Urien se uniera a él, automáticamente todas las personas que apoyaron Artús y lo hacen ahora, se encontrarían bajo su liderazgo. En cambio si él atenta contra Urien, esa gente jamás lo apoyaría.

-¿Y si Melvin no logra asesinar a Owen? -Kenna preguntó, mirando entre los dos chicos, pero antes de que Ian pudiera contestar, ella estalló-. Y por las estrellas, estamos hablando de asesinato. Ustedes no tienen por qué ser parte de eso.

Valor de Fuego [Razas #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora