Mika deseaba que Shannen dejara de mirarlo así, para ser una chica solo tres años mayor que él, lo miraba como si fuera su madre y tuviera derecho a retarlo.
Ella no fue a recogerlo y tampoco Rikkie. Luego del disturbio en el centro de viajes hubiera sido peligroso, en su lugar fue por él una señora mayor, conduciendo un auto que chirriaba en las curvas. Ella fue amable con él, explicándole hacia donde iban.
Se alejaron mucho de la ciudad y llegaron a lo que parecía un complejo de edificios. Se encontró con Shannen y Rikkie en la planta baja de un edificio color marfil. Luego Shannen lo llevó aparte a una habitación y desde entonces no hizo otra cosa que regañarlo y fulminarle con la mirada; Mika no lo soportaba más.
—Kenna no tenía ningún derecho a enviarme a Agua —estalló y Shannen le miró horrorizada.
—Claro que lo tenía, es tu tutora y está a cargo tuyo por orden de tus padres.
—¿Cierto? —la voz de Mika rezumaba molestia—. Si eso es así, ¿entonces no incluye eso el informarme cuando mis padres están en problemas? —Shannen lo miró con una mueca de sorpresa—. Sé lo de mis padres, lo averigüé por cuenta propia en vista de que nadie fue capaz de decirme nada. Así que aquí estoy, no pienso quedarme de brazos cruzados cuando mis padres necesitan ayuda. —Shannen abrió la boca, seguramente para argumentar como la edad de Mika era un inconveniente para ayudar, por eso él la interrumpió—. Y basta con lo de la edad. Tú tienes diecisiete, Ian y Urien tienen diecinueve; si yo soy un niño, entonces ustedes también.
Shannen lo observó unos instantes en silencio, entonces se acercó y dijo.
—Pues, si nos guiamos por el calendario de la Tierra, en una semana serán mis dieciocho y, de nuevo, si nos guiamos por el mismo calendario, Ian ya pasó a sus veinte hace rato y nadie se acordó.
Se quedaron en silencio, fatigados, un poco asustados, algo enfadados y solo porque si, estallaron en una risa. Cuando se hubieron calmado, acordaron que si salían de esa y Owen caía, le comprarían aunque fuera una galleta a Ian.
Shannen hubiera deseado embarcar a Mika en una nave y mandarlo a Agua, por desgracia había no pocos inconvenientes. Ninguno de ellos podía pasarse por la zona de viajes sin llamar la atención, por otro lado, ya había aceptado las razones de su primo y decidió respetar el interés de este por permanecer allí. Lo único que podía hacer por él entonces, era intentar lo más que pudiera mantenerlo al margen de los planes de ataque de Mellian.
Mellian era una mujer de unos cincuenta años. Era la señora de la que Melvin les habló y fue ella la responsable de la distracción en la zona de viajes. Una vez los tuvo a Shannen y Rikkie en un lugar seguro, los puso al tanto de toda su participación.
Mellian había recibido todos los mensajes de Melvin, pero para evitar cualquier infiltración en las redes, decidió no contestarle. Dijo que lo único que deseaba era que Melvin siguiera enviándole mensajes porque era la única forma en que podían trazar un plan para ayudar.
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Valor de Fuego [Razas #2]
Science FictionSEGUNDA PARTE DE RAZAS. Glen Stevarius descubrió muchas cosas que solía ignorar, entre ellas que la rebelión que tanto deseó no era lo que esperaba. Los ideales de Owen eran, si se podía, peores que los de La Hermandad, y estos últimos seguían siend...