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Cuando era más joven, JiMin recuerda haber llorado mucho. Su infancia fue desagradable, llena de responsabilidades, llena de palabras y gestos que no merecía.

Todo lo que hacía estaba mal para los demás. Todo lo que decía era estúpido y sin importancia. Todo lo que vestía le hacía lucir mal, porque no se supone que debería verse así.

El hecho nunca fue olvidado cuando vivió su adolescencia del mismo modo aunque más marcado, porque después de un tiempo.. sus lesiones dejaron de ser solamente internas para convertirse en algo que le estaría marcando de por vida, volviendole débil, sensible y adicto al poco cariño que recibía.

YoonGi es como una avalancha en su vida. Pero esa avalancha no lucha por matarlo.

JiMin se siente vivo pero.. a veces frío.

—Oye. —YoonGi rompe sus pensamientos y JiMin encuentra de nuevo su reflejo frente al espejo. —Roma luce asombrosa. Si es un buen momento, podríamos recorrerla.

JiMin lo recuerda entonces. El viaje, el llanto, hace dos noches. Una sonrisa se desliza por sus labios y asiente, terminando de peinar sus cabellos.

Más tarde ese día, tiene que admitir que está ciudad es asombrosa y no exactamente lo que las revistas e Internet dijeron sobre ella. Es incluso más hermosa y más mágica.

Se llama también la Ciudad eterna y JiMin entiende el porqué, a pesar de sentirse decepcionado por no haber podido encontrar un guía que pueda traducir al Coreano. El inglés no es su punto hábil y aunque YoonGi intenta traducir todo, sabe que es cansado y entiende cuando decide quedarse callado.

Visitan el Coliseo y el Campidoglio, antes de que YoonGi comience a enfadarse porque de hecho, el sol está dejando su blanca piel excesivamente irritada y JiMin se preocupa porque el otro no dijo nada antes.

Para el anochecer, están de regreso en el hotel y no hubo ni un solo segundo para sentirse triste o desorientado. Por el contrario, JiMin todavía puede encontrar las imágenes del día en su memoria y sentir los dedos de YoonGi presionando contra los suyos cuando se tomaban de las manos.

El tintineo de sus anillos es la melodia que más se grabó en sus oidos.

—Eso es fiebre. —JiMin se preocupa después de recostarse a lado de YoonGi y notar su temperatura corporal.

—No estoy acostumbrado a caminar tanto. Creo que soy un maldito vago que paga las consecuencias de unas buenas vacaciones.

JiMin todavía luce preocupado y YoonGi suspira con cansancio.

—Esta bien, me he tomado algo antes de acostarme. Estaré bien luego de dormir. —Él intenta, bostezando y llenando sus ojos con pequeñas lágrimas que terminan deslizándose sobre sus mejillas coloradas.

Sucede de nuevo.

La sensación es tibia. Es como un vaso de leche tibia y azucarada. No hay forma de que pueda describirlo pero sucede exactamente así, contra su pecho y sus emociones.

El miedo parece rendirse cuando se apoya contra la cama y observa el contorno del rostro ajeno, desde las pestañas oscuras, hasta el lunar en la nariz. JiMin quiere tocarlo, abrazarlo y fundirse en su piel.

YoonGi abre los ojos rojos de nuevo y JiMin lo ve fruncir el entrecejo. Él luce como si realmente estuviese pensando en algo muy importante, casi como algo que simplemente olvidó.

Por un momento nadie habla y es cuando JiMin abre la boca para finalmente preguntar, que YoonGi ladea el rostro hacia el suyo y lo observa un segundo.

Él sonríe un momento y toda la habitación parece iluminarse y antes de que JiMin pueda entender su atrevimiento, está acomodando su cabeza contra el cálido y rítmico pecho de YoonGi.

Tal vez YoonGi decida pedirle que duerma sobre su propia almohada, pero JiMin no cambiaría la oportunidad de poder sentir esta intimidad entre ellos aunque sea por un segundo.

Los minutos pasan lentamente y aunque espera, la petición nunca llega. Sin embargo, la respiración tranquila del mayor le indica que ahora está dormido y que a pesar de no ser invitado, por esta ocasión, JiMin ha sido recibido.

—Ojalá que esta vez puedas amarme. —Apenas susurra, cerrando los ojos y sintiéndose adormecido.

Esa noche no existen pesadillas.

Más que esto © YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora