Más que esto © YoonMin

O7

De regreso a su desordenada vida de casado, JiMin se encontró con la terrible necesidad de regresar a Milán y compartir los buenos y los malos ratos que vivió durante esa semana.

Todo menos eso.

—No puedo ahora ¿vale? YoonGi me canceló las tarjetas porque sabía que vendrían a pedirme a mi y..

JiMin rascó su nuca, tratando por todos los medios de no estresarse ante la difícil situación de lidiar con unos padres que no entiendan su propia situación en primer lugar.

—Claro que me dará lo que necesite, pero no es tonto ¿entiendes? YoonGi sabe algo acerca de mis gastos y que no ocuparía la cantidad ridículamente elevada que ocupan en este momento.

Negando hacia la nada, cerró los ojos y contó. No había nada en ese mundo que fuese a complacer a su padre y a su madre, más que salirse con la suya.

Solo que en ese momento lo que ellos quisieran ya no era tan importante y tendrían que arreglárselas por si solos hasta que el mal humor se le pasara a YoonGi.

Si es que sucedía.

—Mamá.. la empresa aún funciona, estoy seguro de que pueden solventar sus propios gastos, mientras yo trato de hacer algo por ustedes y no, no me estoy negando pero entiende que no es fácil lo que me pides.

La puerta de su habitación se abrió y YoonGi ingresó con su típica expresión seca, mientras él se apuraba a disculparse y a colgar ante las innumerables quejas por parte de sus padres.

Lo que menos necesitaba era estar él mismo en problemas por la necedad de otros. Al menos no cuando YoonGi lo estaba tratando todo lo bien que un hombre con su carácter podría.

Sin embargo, había algo en YoonGi que constantemente le advertía que todo lo sabía y si no, pronto lo haría.

—Asumo que estabas ocupado hablando con el inservible de tu padre. —Min comentó, sacándose el saco. —Estuve escuchando su lloriqueo en la junta y aunque fue divertido lo muy jodido que está en estos días, tengo que decirte que se vuelve un dolor de cabeza y esas mierdas o las ejecutó o no se van.

Tartamudeando, JiMin se levantó de la cama y cruzó las manos, casi como tratara de arreglar todo con ese gesto.

Pero no lo hacía. Ni ese día ni en ningún otro.

—Mira, yo.. no quiero que pienses que estoy dándoles las razón cuando no la tienen. Pero quizá si les dieras una mano.. después de todo, pronto vas a tener bajo tu responsabilidad a su empresa y pienso que..

—¿Que debería mantenerlos a costa de mi trabajo y esfuerzo, solo porque tu duermes en mi cama? —YoonGi bufó, tirando de su cinturón y sonriendo fugazmente. —Ni siquiera vale tanto como para darles lo que piden ¿o caso crees que estamos en la era en que a cambio de la virginidad del hijo, el puto padre podía pisarme la cara si así lo quería? Por favor, aterriza, cosita.

Reprimiendo la vergüenza en su interior, JiMin frunció el entrecejo ante la combinación de palabras.

Esta bien si el otro estaba enojado por sus insensatos padres, pero eso no quería decir que tenía el derecho de llegar y desquitarse con él, que no había hecho nada más que tratar de llevar las cosas en paz.

—Si tienes un problema con ellos, deberías tratarlo personalmente y no conmigo, porque no vas a resolver algo.

—Claro, acertaste. Yo no puedo resolver ni una sola cosa contigo, de absolutamente nada porque tu cabecita de algodón está en trabajos escolares, música pop y verse bonito para causar una buena impresión.

YoonGi amplió su sonrisa, parpadeando casi inocente, mientras terminaba por desarmarlo.

JiMin ya sabía muchas de esas cosas y otras.. otras no eran verdad.

Era claro que no estaba ni cerca de estar preparado para apoyar a su esposo en alguna decisión que fuese importante, porque era un chico que apenas conocía del mundo. Pero dentro de sus propósitos, por los que se esforzaba día a día, no se encontraban escuchar música ni arreglarse físicamente como si eso le fuese a resolver la vida.. en su lugar, se apuraba a estudiar y se ponía metas que le ayudarían a crecer cada día un poquito más.

Pero quizá eso nunca sería suficiente para nadie y ahora.. ahora solo estaba atrapado en un punto en que no significaba nada para ninguna de las personas que deberían quererlo un poco por lo menos.