YoonGi observó la suave curvatura del trasero de JiMin y sonrió, dejandolo pasar primero para tener un vistazo a fondo.
Tendría que estar mintiendo al decir que ese chico no le movía nada, cuando su cuerpo parecía reaccionar positivamente ante la cercanía del otro que resultaba encantador y agradable a la vista.
Además, JiMin sabía cuando callarse y eso era muy bueno para sus planes.
—Señores. —Murmuró, invitando a que su esposo tomara asiento y sus socios le siguieran.
YoonGi odiaba ese tipo de reuniones, donde todos deberían parecer amigos y el odio en común no debía presentarse porque podría valer un par de perdidas enormes en sus bolsillos.
Deslizó la máscara de amabilidad en su rostro y aguardó a las presentaciones sobre la mesa, adorando el silencio que le siguió mientras todos ordenaban y los meseros insistían en llenarles las copas.
Sonrió discretamente ante la timidez de uno en particular y como parecía demasiado nervioso ante la cercanía de JiMin. No lo iba a culpar, ese jodido chico tenía su encanto bien guardado.
—Cuando dejes de observar a mi esposo, puedes tomar mi orden. —Jugueteo, causando un rápido movimiento avergonzado del mesero.
JiMin se removió, incómodo y el silencio se extendió de nuevo entre los presentes.
Finalmente, cuando las ordenes estuvieron listas y se preparó mentalmente para soportar a todos los imbéciles presentes y los bótox que tenían por esposas, alguien decidió que sería buen momento para tocarle los cojones.
—Vaya, no debería ser un pecado poder apreciar a tu esposo.
YoonGi observó al sujeto frente a él, identificandolo como el más viejo del grupo, probablemente un socio directo de su padre.
—Después de todo.. creo que lo hacemos por el hecho de ser hijo de Park y no por su belleza exótica.
Llevó la copa de vino a sus labios y esperó pacientemente a que el maldito sujeto insistiera sobre el tema, sin frenarlo.
¿Por qué lo haría de todas formas?
JiMin tenía boca y si no se enseñaba a defenderse por sí solo, entonces nadie más lo haría.
—Señor Min, estuvimos muy apenados al enterarnos de su boda forzada. Lamentamos no asistir, pero usted debe entender lo incómodo que sería presenciar un acto tan sagrado como el matrimonio, siendo que usted fue casi obligado por ese insensible.
YoonGi ladeo el rostro, notando la tensión de JiMin y deslizó una de sus manos sobre su muslo, apretando.
JiMin parpadeó.
"Vamos, borra su sonrisa y di lo tuyo."
—Me enteré que su novia cayó en depresión al verse abandonada.
YoonGi regresó la mirada hacia el hombre frente a él y frunció el entrecejo, sintiendo como todo su humor se iba al infierno y toda la atención se centraba sobre su persona, incluso la de JiMin.
—¿Hablar de mi vida personal te dará dinero? —Preguntó, sonriendo de nuevo pero igual de enojado. —Hablas mucho y me das poco. ¿Tu esposa la que se casó contigo por amor, ya sabe que estas en bancarrota y que estas, literalmente, chupandome la polla para mantenerte a flote?
Un sonido ahogado se escuchó de fondo, mientras el sujeto encogia los hombros.
—Si tengo que admitirlo, se la chupo a tu padre. Tú no me das nada, porque no estás sobre el trono aún y no lo estarás si no tienes un hijo con la cosita linda de Park.
YoonGi frunció el entrecejo, cabreado por el rumbo que las cosas estaban tomando y por la mención de su ex. Nada tenía que ver con el asunto y ya estaba sospechando sobre las verdades intenciones de todo ese teatro en primer lugar.
—Me llamo Min JiMin.
YoonGi golpeteo su lengua contra su mejilla interna, dando un largo sorbo a su vino. Al final la voz de JiMin sí se hizo presente.
—Lamento sacarlo de su error, pero incluso si me llamara cosita linda, usted no tiene permitido decirlo.
Las manos de JiMin se entretuvieron con la servilleta tinta, doblandola cuidadosamente.
—Mientras alardeaba sobre chuparle la polla a mi suegro, me tomé el tiempo de observarlo más a detalle porque estaba seguro de que lo conocía de otro lado.
Aaron asintió, sonriendo con burla hacia JiMin y YoonGi chasqueo sin entender su maldito problema y el de los demás al no decir una sola palabra.
Todos parecían entretenidos con la estúpida e irreal escena.
—Pero no, no era usted a quien conocía.
—¿No? Cosita linda, me hubiese encantado conocerte antes de que fueses un Min. —Aaron continuó.
—A mi no, pero ese no es el caso.
De pronto todo el lugar parecía en silencio, dispuestos a escuchar la pelea verbal en esa mesa.
—Era a su esposa. —JiMin entonces suspiró, luciendo francamente apenado. —Estaba entre las piernas de mi papá, chupando lo mismo que usted le chupa a mi suegro. ¿Esa es la razón de su odio? Dios, ahora todos sus socios lo saben.
Aaron abrió y cerró la boca, buscando la mirada de su esposa que mantenía la mirada sobre sus manos y las mejillas sonrojadas.
—Pero eso es un chisme viejo, porque todos lo saben y sólo quería recordarle que su primera infidelidad la tuvo con mi padre.
Los meseros llegaron de uno en uno, dejando los platos servidos sobre la mesa y rompiendo con la tensión sobre el lugar.
Durante la siguiente hora, YoonGi trató por todos los medios de no dejar escapar una carcajada ante la mirada molesta de Aaron y su vano intento por arrastrar la atención hacia los negocios.
JiMin le estaba demostrando su valía.
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Más que esto © YoonMin
Fanfiction"Construí un castillo de cristal lo suficientemente frágil como para saber que tarde o temprano, se caería a pedazos." ♦Mpreg. ♦No hay mención de otras parejas. ♦Actualizaciones semanales y capítulos cortos. Así que no te asustes por la cantidad de...