Un jodido desastre.
YoonGi murmuró, acomodándose sobre la cama mientras a su lado, JiMin dormitaba después de una sesión de sexo duro, un poco bastante intenso si era sincero.
Su padre estaría colérico si se enteraba siquiera de que su hijo había perdido la razón por un cuerpo tan bonito como el que dormía a su lado. Claro, si por lo menos su opinión valiera algo en esos momentos.
Pero ciertamente había razón en algo y eso era que, por sobre todas las cosas, debería tener más control sobre sus actos a partir de ese momento.
Suspirando se volvió a su lado, observando entonces los ojos atentos del otro. Aparentemente estaba más despierto ahora. YoonGi se tensó.
—Mmhh. —JiMin tarareo, luciendo más indefenso en esos momentos que instantes atrás, mientras era embestido y sometido contra el colchón. —Yo realmente quería agradecerte por las compras.
YoonGi parpadeó y deslizó una sonrisa por sus labios, un poco incrédulo y aunque no por el agradecimiento, si que por el momento.
—¿Esta es tu charla post coital? Vamos cariño, tienes que ser un poco más dulce conmigo. —Jugueteó.
JiMin se sonrojó bajo la tenue luz de la lámpara y giró el cuerpo, quedando boca arriba. Él enserio formó un puchero apenado y parpadeó velozmente ante la mirada divertida del mayor.
—Es que nunca me habían regalado algo. —Se sinceró, aunque un poco nervioso al principio. —Siempre podía comprarme algo.. pero supongo que nunca se sentiría igual a que te lo obsequiaran de alguna forma.
—¿Sentiste algo lindo porque te compré ropa? —YoonGi bostezo, regresando la mirada al techo. —Eso es bueno, pero siempre es mi obligación cuidar de ti.
Sus ojos pesaron y se obligó a mantener el hilo de la conversación, no porque le importara del todo pero sería descortés e ingrato de su parte dejar colgado a JiMin cuando habían tenido sexo momentos atrás.
—Si pero.. es diferente porque..
JiMin entonces guardó silencio, apretando los labios y YoonGi bostezo de nuevo, llevando un brazo hasta sus ojos.
—Se siente como si me apreciaras.
YoonGi corrió el brazo, asintiendo en silencio hacia las palabras del menor. No es que se esperara la confesión ni tampoco que la entendiera.
—Bueno, te aprecio. —YoonGi decidió. —De cualquier forma estamos casados y la convivencia es mucho mejor de lo que sinceramente me esperé. Eres un buen chico JiMin, así que siento si te hago pensar otra cosa.
JiMin murmuró de nuevo y YoonGi detuvo el tren de sueño que parecía querer abordarlo. Suspiró de nuevo.
—No tengo idea de si me escuché sincero, porque estoy agotado. Pero lo que digo es verdad niño, te aprecio y no sé, lo que sea que te esté molestando lo vamos a resolver.
Esta vez JiMin se removió en la cama, inquieto por alguna razón.
YoonGi frunció el entrecejo, intuyendo que no podría descansar como tanto lo quería, así que echó un vistazo a las bolsas regadas sobre el piso de la habitación.
Habían un montón de cosas que seguramente se verían bien en JiMin y porque después de todo, él no era ciego y estaría encantado de verlo usando todo eso.
Tal vez podría controlarse y no terminar jodiendolo a la primera oportunidad. Sí, tal vez.
—Es.. tú.. ¿tú me quieres ahora? —JiMin habló casi en un susurro.
YoonGi trabó la respiración.
Su entrecejo se frunció más, su rostro casi desfigurandose debido a la intensidad del gesto y agradeció que las luces bajas no le estuviesen exponiendo. YoonGi realmente se obligó a retomar la conversación justo en el momento en que esas palabras escaparon de la boca que había besado antes.
La intensidad de las mismas pareció golpearle el estómago y se obligó a permanecer en su sitio y hacer uso de todo lo que sabía, de toda la calma que lo caracterizaba y de todo el razonamiento que lo había llevado hacia donde estaba.
Se repitió que este era un niño y él un adulto. El adulto responsable que se había prometido ser más paciente porque en el fondo JiMin era un chiquillo inocente en toda esa porquería.
Sin embargo, carraspeo y habló. Se obligó por lo menos.
—Querer es algo muy grande para mí, JiMin. Pero en mis propios términos, te aprecio lo suficiente como para cuidar de ti y proporcionarte todo lo que pueda hacerte falta o tratar de arreglar lo que sea que te esté afectando. Puedes confiar en mi, si quieres incluso como un buen amigo. Voy a escucharte incluso si tengo trabajo o si estoy siendo un poco egoísta. Realmente tu puedes venir a mi.
Sabía que estaba ofreciendo pura mierda. Pero eso era todo lo que podia darle al chico y aunque fuese un cabrón que muy pocas veces se tomaba las cosas enserio, no quería que JiMin se hiciera más falsas esperanzas de las que ya se había hecho. Aparentemente.
JiMin no dijo nada después. Él pareció asentir pero YoonGi no puede saberlo con exactitud, porque el chico termino por acomodarse y darle las buenas noches.
No escuchó nada, ni una rabieta ni otra cosa, así que supuso que el mensaje había sido claro; no había más que ofrecer de su parte.
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Más que esto © YoonMin
Fanfiction"Construí un castillo de cristal lo suficientemente frágil como para saber que tarde o temprano, se caería a pedazos." ♦Mpreg. ♦No hay mención de otras parejas. ♦Actualizaciones semanales y capítulos cortos. Así que no te asustes por la cantidad de...