No sé porque no puedo repararme a mi mismo. Quizá es solo que.. no se como hacerlo funcionar de esa manera.
JiMin recuerda haberse dicho eso a sí mismo, durante una tarde cualquiera frente al espejo. Observó atentamente su reflejo, como si la respuesta estuviese en algún lugar, esperando por ser encontrada.
Sin embargo, no fue.
Últimamente siente que el peso de sus emociones es asfixiante, como si la llave por fin hubiese cedido a la presión del agua que lucha por sumergirlo, ahogarlo y olvidarlo.
Dicen que la depresión funciona de esa forma y, si es sincero.. ya debería conocer los síntomas. Pero no lo hace, porque nunca se sintió tan fuera de lugar, a pesar de crecer bajo situaciones poco favorables, junto a personas que lo veían como algo que no podía y no quería ser.
Pero ahora todo se volvió insoportable y de un momento a otro, ya no sabe cómo manejar la situación porque ha bajado todas sus defensas para dejarse cuidar por primera vez.
Y el error más grande es ese. Se cuidó solo por tanto tiempo que creyó que pocas le harían más daño, pero lo hacen ahora.
No es estúpido. Sabe que YoonGi está tratando de arrullarlo y quiere llorar porque le hace feliz sentirse cuidado, pero le duele porque no de esta forma. No cuando es un lío que no puede ofrecer lo mismo a cambio y definitivamente, no cuando se hace por lástima.
Todavía lo toma, porque es todo lo que puede hacer aunque sus piezas esten dispersas y hacerse chiquito, ya no sea suficiente.
—Deja de pensar.
Volviendo a su realidad, parpadea con cansancio y enfoca la mirada frente a él. YoonGi se ha despeinado durante el vuelo y las bolsas bajo sus ojos son más notorias de lo que fueron horas atrás.
—Yo no. —JiMin responde, acomodándose sobre el asiento donde permanece desde hace más de ocho horas. —Solo.. estoy feliz.
La palabra felicidad no convence a YoonGi y es imposible verlo relajar sus facciones tensas, haciéndolo sentirse peor.
Ahora es una carga para una persona que no debería, porque YoonGi no lo ama de una forma que le haría cuidarlo porque así lo quiere, no porque debe.
—Siempre que mientes, frunces la nariz.
Un segundo pasa, antes de que una sonrisa verdadera tire de sus labios y JiMin se encuentra sonriendo hacia la mirada cansada del hombre mayor.
La risa brota de sus labios y se mezclan con sus lágrimas, mientras el nudo en su garganta y conciencia se aprieta a su alrededor. Las emociones se disparan antes de que pueda pensar en otra cosa y como ya es costumbre, YoonGi es quien lo tiene de primera toma.
JiMin puede escuchar el movimiento frente a él, antes de que sus piernas se muevan a una velocidad vergonzamente irreal y se coloque en el regazo ajeno, hundiense en el calor y la protección que le brindan.
Debería sentirse feliz por tener el lugar para ellos solos, pero se siente peor porque sabe que no hay forma de que YoonGi pueda ignorar su llanto y su ruptura.
—Estoy cansado, YoonGi. —Susurra con la voz rota. —Ya no quiero llorar, me duele aquí.
Sabe que al otro le toma un par de minutos entender sus palabras, porque todo lo que puede hacer es decirlas de forma entrecortada, pero YoonGi lo hace. Las escucha atentamente, mientras le presta el refugio entre sus brazos y lo aprieta.
—Pasará. —El dice, probablemente buscando las palabras adecuadas.
¿Cuáles son?
No existen. Nunca fueron creadas para ese tipo de situación, cuando escucharlas no significa absolutamente nada para una persona que se siente atrapada dentro sí misma.
—No lo hará.
—Si, lo hará. —Él insiste, tal vez comprendiendo que JiMin no necesitaba de un viaje para entretenerse, si no de algo más que no se le puede ofrecer porque no existe.
Pero YoonGi lo está intentando y JiMin realmente lo ama.
Dios, lo ama.
—¿Y si no lo hace?
YoonGi se queda en silencio, trazando círculos en su espalda, escuchando de fondo los sollozos de una persona que lo está perdiendo todo porque no puede repararse o si quiera intentarlo.
"¿Quién te va a querer?"
Es increíble, JiMin piensa. Han pasado semanas y las palabras están tan frescas en su memoria, que se meten a través de sus dolorosos pensamientos como la primera vez que los escuchó.
Tal vez es esto lo que esta causándole los constantes ataques de pánico. Su miedo a perder lo único que conoce como refugio y libertad. Lo único que no le retiene a la fuerza, lo único a lo que JiMin podría nombrar como amor, admiración, consuelo y fortaleza.
—Lo hará, JiMin-Ah.
Si pero ¿y si no?
—Quiero estar en casa. —Dice finalmente, luchando por trasmitir lo que verdaderamente quiere decir.
Su casa. Justo aquí.
Pero YoonGi no lo sabe y JiMin desea con su corazón que algún día, él lo sepa con certeza.
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Más que esto © YoonMin
Fiksi Penggemar"Construí un castillo de cristal lo suficientemente frágil como para saber que tarde o temprano, se caería a pedazos." ♦Mpreg. ♦No hay mención de otras parejas. ♦Actualizaciones semanales y capítulos cortos. Así que no te asustes por la cantidad de...