1O: Canción de cuervos

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CAPÍTULO DIEZ

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CAPÍTULO DIEZ

Ubicación: desconocida

—Y el otro idiota ya ni se digna a honrarnos con su presencia en las reuniones. —Una voz masculina irrumpe en aquella fría habitación de paredes desgastadas y piso grisáceo en la que se encuentra Berenice dando vueltas mientras espera. Dentro de esa habitación hay múltiples máquinas de tecnología avanzada, y aproximadamente diez vigías uniformados y armados.

La mujer de cabello azabache se cruza de brazos indispuesta a responder el comentario original del hombre que fuma un habano y camina hasta el centro de la habitación moviendo sus piernas al ritmo de una canción que solo suena en su cabeza. Los ojos cerúleos de Berenice se clavan en los de su superior, Pavlov Chrakova, quien usa un uniforme negro y una gorra del mismo color.

—Teniente, la jefa Laufey le ha dejado información para el nuevo trabajo —notifica un vigía.

El desinterés de Chrakova es descarado mientras asiente y da una calada profunda a su habano. Él alza los brazos, mordiendo el puro encendido con sus dientes perfectamente impecables. Tras zapatear tres veces con sus pesadas botas de cuero, chasquea los dedos hacia arriba, y luego aplaude, y finge una reverencia. Está de buen humor, piensa Berenice con una ceja alzada; o quizás hizo algo para cabrear a Alessandra Laufey. Seguramente es la opción dos, porque con lo volátil que es Chrakova, ella duda que él se ponga feliz por cosas buenas.

—¡El trabajo nos llama! —exclama el teniente. Sus carcajadas maliciosas acompañadas del humo nocivo de su puro; excelente combinación—. Parece que los Superiores más inteligentes andan juntándose no solo para beber el té. Parece... que se están escondiendo y creando su contraataque —Se dirige a la morena con su acento marcado.

—¿Los Superiores contraatacando? —Berenice se sienta en una esquina de la enorme mesa central y cruza las piernas, con esa irritación brotando de sus poros—. No tienen recursos, ni mucho menos las agallas de meterse con nosotros. ¡Por favor! Si se acercan demasiado, van a salir pitando con el rabo entre las piernas.

—No hay que subestimarlos... Si un Superior puede matar a diez humanos como si se tratara de una cucaracha, quién sabe. Además, Alessandra asegura que hay un... grupo de humanos apoyando su causa. De ser así...

—¿Humanos y Superiores trabajando juntos? Bah, Chrakova, ya eso es ficción.

—De ser así —repite Chrakova con tono más fuerte y violento, silenciando las quejas de Berenice—, hay que ser absolutamente cautelosos. Si hay humanos involucrados, la situación puede verse comprometida. Los muertos también pueden decir cosas y meternos en problemas.

—¿Y Alessandra ya no tiene al estúpido Proyecto Génesis lamiendo sus pies? —espeta la morena entre dientes—. ¡Qué la use para esos trabajos sucios! Nosotros vamos por cabecillas, hacemos negocios millonarios, derrocamos imperios clandestinos que compiten contra NEXODUS. Mantenemos el silencio y el orden a nuestro alrededor. No somos sabuesos.

GENESIS ¹ Antinatural © ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora