O1: La que debió ser cruel

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CAPÍTULO UNO

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CAPÍTULO UNO

Ubicación: Bijlmer, Ámsterdam

26 de abril de 1999

—Dime, mamá, ¿por qué hay tanto escándalo allá afuera?

Mientras la niña de cabellos dorados mueve la cortina y vuelve a asomar la cabeza por la ventana de la habitación, la mujer adulta de rizos rojos deja de secar el piso del baño para correr hacia la niña.

—¡No! No, cielo. —La obliga a regresar a la cama, otra vez. La niña hace un puchero, pero obedece—. Solo es un problema de adultos, Syd-Syd.

—Y muchos problemas de adultos también afectan a los niños, mamá —replica la mencionada, jugando con los hilos sueltos de su cobija, la cobija artesanal que heredó de su abuela paterna, que también fue amsterdamesa, al igual que lo fue toda la familia de su padre.

—Mi dulce Sydney, se me olvida que eres demasiado inteligente y madura para solo tener trece años.

A la niña le gusta cómo suena el acento inglés de su madre, por eso la jovencita de ojos verdes ha aprendido a manejar el idioma para hacer que su mamá se sienta orgullosa de sus capacidades lingüísticas. Aunque su madre nació y creció en Manchester, se fue de su país cuando decidió casarse con su padre y trasladar toda su vida a la ciudad de Ámsterdam.

—Hoy es 26 de abril, corazón. Es un día muy complicado. Hoy se cumplen trece años desde que el mundo sufrió una gran tragedia.

Sydney hace una mueca pensativa.

—Neh... Qué triste que también hoy sea mi cumpleaños.

—Sí, pero no tienes que sentirte culpable. Fue un día muy bonito para ti, ¿no? Eso es lo que vale.

Sydney intenta sonreír, pero el ruido es demasiado fuerte dentro de su cabeza. Ella intenta concentrarse en el bonito día de cumpleaños que le obsequiaron. Su madre le preparó galletas de almendra, sus favoritas. Su padre llegó cansado, sucio y famélico del trabajo de construcción y, aun así, llegó con una sonrisa amorosa, la llenó de besos y la hizo girar en sus brazos.

Al igual que tu hermano, eres lo más precioso que ha llegado a nuestras vidas, Syd-Syd —él le había dicho.

Él le trajo de regalo un lindo oso de peluche que ella abrazó con adoración y apreció sinceramente. Su padre trató de ocultar las lágrimas acumuladas en sus ojos cansados e inyectados de sangre cuando vio a su hija tan feliz y emocionada por un pequeño detalle. De todos modos, ella se dio cuenta, y ella besó su mejilla y le dijo que lo amaba y que siempre lo amaría.

Sydney intenta sonreír, pero el escándalo en las calles la atormenta y apretuja su corazón.

—¿Y entonces por qué gritan esas cosas tan feas? —La niña se cubre hasta la barbilla con la vieja cobija y mira hacia la ventana, oyendo perfectamente las palabras que las personas en la calle están gritando a los cuatro vientos. Ella los puede escuchar como si ellos estuvieran gritando justo allí, justo a su lado. Ella puede oír sus pies corriendo sobre el asfalto, pisando charcos de agua y pateando algunas piedras. Las cosas que dicen no son bonitas, y hay una palabra de todas que se destaca—: Mamá, ¿qué es un "Superior"? Repiten mucho esa palabra.

GENESIS ¹ Antinatural © ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora