Con la caída de Chernóbil, se han liberado los demonios de la organización científica más influyente de origen asiático: NEXODUS. Ahora, estos muertos en vida corren como herederos de una genética antinatural y una longevidad maldita en un mundo des...
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CAPÍTULO ONCE
Ubicación: desconocida
Cuando la primera ficha de una fila es empujada se da el efecto denominado "Dominó", donde lo siguiente cae de una forma u otra por ley de gravedad. La secuencia es técnicamente imparable. Aún si puedes intervenir y evitar que la última ficha caiga, las consecuencias nefastas que quedan son absolutamente irreparables. Como construir un edificio y luego derrumbarlo... Esperar que al destruirlo en pedazos y después reconstruirlo va a quedar igual que antes, eso es demasiado.
Todo inicia con un sistema codificado para no sentir y un incidente que conlleva a decisiones desesperadas. Luego, una serie de experiencias que provocan en ese sistema ciertas emociones que nunca debe conocer en primer lugar. La siguiente ficha es causar emociones en otras personas, entre ellas, personas de quienes no pasan desapercibidas. Esas sensaciones conducen entonces a un sinfín de acciones impulsivas, o a una en particular, que se convierte en el movimiento clave para la explosión clave. O mejor dicho, para el Código Génesis.
Ese día explosivo llega, más pronto de lo imaginado y más tarde de lo pronosticado.
A Christian Barnes le encanta hacer las cosas a su manera. Sale de su habitación cuando se le antoja, anda por ahí, sin ningún vigía respirándole en la nuca porque tiene la autorización. Entrena durante horas en uno de los gimnasios privados de las instalaciones, realiza misiones con los escuadrones de vigías, ganándose su supervivencia. Pero él tiene ambición. Christian no piensa quedarse en las sombras, atrapado en este lugar olvidado por Dios para ser uno más. Pues Christian Barnes está preparándose para el día en que el temible Pavlov Chrakova le informe que, oficialmente, puede unirse al Comando Rojo. El Comando Rojo, el equipo más peligroso de NEXODUS. Donde trabajaría con la implacable Berenice, y el impredecible Romany Mercouri. Son dos asesinos, dos Superiores que han roto los esquemas y lograron marcar su propio destino.
Desde que tiene memoria, este es su territorio y ese es su objetivo. Por su propio bien, Christian ha dominado lo que le rodea para no terminar en una pila de cuerpos de sujetos inútiles. Nada lo detiene. Sin embargo, ser el único Superior que tiene suficientes agallas lo obliga a estar siempre solo, siempre aburrido.
Hasta que la bastarda de Hazard apareció.
Christian no lo niega, ella le interesa. No sabe qué es lo que la vuelve tan atractiva, y tampoco puede decir que es la única chica joven a su alrededor, porque hay más. La mayoría son humanas, pero dentro esas instalaciones las diferencias entre un Superior y un humano a veces son bastante borrosas y se ignoran. Quizás sea el hecho de que Hazard tiene actitud y no le falta el coraje para enfrentarlo. Sea cual sea la razón, a Christian no le molesta la idea de que ella no se quede atrás junto al resto de los Superiores inútiles.
Tal vez, Hazard puede sobrevivir.
En fin, Christian normalmente se toma un respiro lejos de los entrenamientos, las misiones y las órdenes que debe seguir. Es algo muy común tratándose de él. En esta ocasión no es diferente. Al principio, no tiene la intención de husmear en el laboratorio de la doctora Smith. Pues, por lo general, sus distracciones no son meter las narices en más trabajo cuando está escapando de eso precisamente. Él desconoce que su curiosidad "aleatoria" lo van a conducir a un inevitable suceso con secuelas inimaginables.