La mas pequeña de las hermanas Cooper ha vuelto al pueblo luego de casi un año de ausencia. La reina de Riverdale High regresa más peligrosa que nunca, junto con un mar de secretos tras ella que ocultan la nueva oscuridad que alberga su ser. Un peli...
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POR FAVOR, LEER LA NOTA DEL FINAL
Luego del espectáculo que su madre ofreció a los cuervos del pueblo anunciando el embarazo de su hermana Rox estaba desesperada por alejarse de su familia, de los Blossom y de cualquier ser humano en general. Tan asqueada de la situación que no lo pensó demasiado antes de decidirse a entrar al bosque ella sola con la excusa de seguir buscando a su hermana por su cuenta, aunque sabía bien que jamás la encontraría ahí. Poly odiaba con su alma el bosque; la tierra, los mosquitos, el moho de los troncos, todo eso lo detestaba. Cuando cayó en cuenta de ese hecho fundamental la tensión en sus hombros disminuyó. Ahora no le preocupaba repetir escenas del pasado.
¿Pero para qué decir que habían estado perdiendo el tiempo buscando en el lugar equivocado? Mientras estuvieran todos ocupados buscando entre ramas y pinos, más tiempo tendría su hermana de tomar lo necesario de su casa y huir tan lejos como pudiera. Solo esperaba que fuera lo suficientemente astuta para hacerlo antes de que llegaran.
Una rama crujió bajo su peso y ella se dejó empapar por ese sonido y por el centenar más que había a su alrededor. Al contrario de Poly, ella su que amaba el bosque con cada fibra de su ser sin importar las pesadillas que le causaba. Se abrazó más a su chaqueta. El frío comenzaba a calarle los huesos, pero deseaba continuar un poco más caminado entre la pacífica soledad. Solo se aseguraría de no dejar que la noche la alcanzara en el bosque.
Eso no volvería a pasar.
Al llegar se dejó caer en la zona que más cómoda se veía dejando su espalda apoyada en el tronco del grueso cedro. Y entre un mar de problemas hizo lo que mejor sabía hacer: ignorarlos y concentrarse en lo que amaba. Su egoísmo no se lo quitaba nadie, pero poco le importaba cuando tomaba su libreta y su lápiz. A la mierda la terapia. Ninguna le había servido tanto para apartar sus demonios como la música, y componer era parte de ello.
Dejar sus sentimientos sobre el papel le era menos complicado que decírselos a un desconocido a quien realmente le importaba un carajo su vida.
Las horas pasaron y cada vez el frio le calaba más en los huesos hasta hacerla temblar. El atardecer ya estaba avanzado, era mejor que volviera antes que la luz desapareciera por completo y las cosas se pusieran feas. Tomó sus cosas y comenzó a caminar con un paso algo apresurado para que la noche no la alcanzara.
Casi una hora caminando la tenía agotada y sobre todo hambrienta. Y para el hambre en Riverdale solo había una solución. El local de hamburguesas más grasosas y deliciosas que era patrimonio del pueblo.
Ya estaba medio empepada con la tenue llovizna que había esa noche cuando por fin llegó a Pop's. Cruzó la puerta escuchando su tintinar. Se quitó la chaqueta y estaba sacándole el exceso de agua de encima cuando los escuchó.
–¡Hey! Disculpa, Pop.
Rox frunció el ceño al reconocer esa voz y volteó hacia donde provenía. Su corazón se aceleró al verlos. Jugg, Archie, su papá y... FP. Todos en la misma mesa y con expresiones tensas e incomodas. Y todo apuntaba que tal tensión era provocada por este último.
