Los siguientes días siguieron igual. Nadie en la casa Cooper se dirigía la palabra, apenas y se miraban. Era deprimente, pero en cierto modo reconfortante.
Si. La indiferencia de Betty le dolía, pero al menos había tenido la oportunidad de tener la libertada de hacer lo que se le antojara y nadie la había cuestionado al respecto. El único con el interés de tratar de arreglar las cosas y reparar a su rota familia era su padre. Y la verdad es que se esforzaba en vano.
Sus visitas al Whyte Wyrm cada vez eran más frecuentes. Ese asqueroso lugar se sentía más como su hogar que su propia casa. Sus noches con Sweet Pie, Fangs, Juaquin, Tony y los demás, eran un respiro de aire fresco a toda la mierda y drama de su vida. Rox no entendía por qué alguien seria voluntariamente parte de una pandilla en la que la mayoría de los miembros eran criminales. Pero el estar ahí, convivir con ellos la hizo darse cuenta el porqué. Eran una familia. No una de sangre, una familia por elección, por lealtad a los suyos y a sus creencias. Y ella quería ser parte de eso, lo anhelaba.
Pero para lograrlo tenía un obstáculo que atravesar; el jefe.
Desde la primera noche en la que entro al bar estaba consiente de ese hombre y con la ayuda de Tony y Sweet Pie había logrado pasar desapercibida de su radar. No era muy difícil, el raramente salía de su oficina. Sabía que en el momento que la viera la vetaría y no la dejaría volver acercarse. Incluso puede –más que seguro– que la delatara con su madre.
Lastimosamente, una noche el hombre abandono su cueva para saciar su sed del amargo líquido del que el bar rebosaba y se acercó a la barra a esperar su trago. Rox estaba en su mesa de siempre al fondo del salón junto con los demás adolescentes rebeldes, demasiado entretenida con los relatos de Fangs como para haberse percatado de la aparición del hombre.
–¡Hey, rubia! –Rox saltó a esconderse tras escuchar el llamado, pero ya era demasiado tarde y esta vez la espalda de Sweet Pie no iba a salvarla. –Aun te veo.
Todo el lugar se silenció, incluso la música había cesado por completo y todas las miradas se clavaron en ella tal y como la primera vez que entró al lugar.
Resignada, la rubia bufó antes de salir de su escondite y encontrarse con la dura y furiosa mirada del hombre a unos metros.
–A mi oficina –Rox mordió el interior de su mejilla, absteniéndose a decir algo inapropiado que empeorara la situación. Se volteo a sus amigos quienes la veía preocupados antes de salir del cubículo. Solo esperaba que lo que sea que fuese a pasar luego de esa noche no los perjudicara a ellos.
Con el lugar en silencio sus botas resonaban en el lugar con cada paso que daba sobre la vieja madera del piso mientras se acercaba a la barra y se plantaba frente al jefe.
Sin importar qué, ella no se dejaría ver intimidada. Mantuvo firmemente su mentón en alto y miro fijamente al hombre de mirada oscura. Estaba decida a pelear su lugar, no quería que la vetaran. Y si para eso debía enfrentarse al líder de la pandilla, que así fuera.
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WHITE QUEEN | Riverdale
FanfictionLa mas pequeña de las hermanas Cooper ha vuelto al pueblo luego de casi un año de ausencia. La reina de Riverdale High regresa más peligrosa que nunca, junto con un mar de secretos tras ella que ocultan la nueva oscuridad que alberga su ser. Un peli...