La mas pequeña de las hermanas Cooper ha vuelto al pueblo luego de casi un año de ausencia. La reina de Riverdale High regresa más peligrosa que nunca, junto con un mar de secretos tras ella que ocultan la nueva oscuridad que alberga su ser. Un peli...
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Archie recorría con rapidez los pasillos de la escuela. Estaba lleno de emoción, extasiado de que Josie lo haya aceptado en sus prácticas. Creyó que su sueño se había ido por un barranco cuando Grundy lo botó, pero practicar con las Pussycats le daba otra vez esperanza a su música y quería con todas sus ganas compartirle su emoción con alguien.
Ese pensamiento lo hizo detenerse en seco en medio del pasillo. Entre la marea de estudiantes solo un nombre pasó por su mente, porque sabía que a la única persona con la que quería compartir ese momento era la pequeña rubia que había estado evitando hace días. La extrañaba. La extrañaba aun más que cuando se marchó del pueblo, porque ahora estaba ahí, tan cerca del él, pero más alejada que nunca. Y todo por culpa suya.
Pero ya no más. Estaba siendo un idiota y un cobarde por no enfrentarla. Era Roxy de la que estaba hablando, no tenía por qué inmiscuirse con ella. Y no lo haría, no más.
Giró sobre sus talones y se encamino a la búsqueda de su amiga de toda la vida, dispuesto hacer lo que sea para que las cosas entre ellos volvieran a la normalidad. En su mente repasaba las palabras que estaba dispuesto a decirle, disculparse por haberle ocultado sobre los acontecimientos del cuatro de julio, seguro de que ese era el principal motivo de su molestia y trataría de hacerle ver que su relación con la profesora es de verdad serio, y que esperaría su apoyo.
No tenia idea en donde estaría, así que prácticamente recorrió cada rincón de la escuela hasta que por fin la encontró, pero ahora hubiese deseado no haberlo hecho.
Encontró la larga cabellera dorada en la mesa que los jugadores de fútbol habían apropiado como suya de la cafetería. Su corazón comenzó a latir con fuerza contra su caja torácica al verla sentada en las piernas de Reggie... besándose.
Se obligó a sí mismo a aportar la mirada de ellos, porque estaba a un segundo de perder el control y estrellar su puño contra la cara del asiático. No, no tenía ningún derecho. Respiro profundamente y a paso rígido siguió su camino hacia ellos. Tenia a la rubia de espadas a él a menos de un metro, pero ella estaba tan enfrascada en dejar que Reggie le metiera la lengua hasta la garganta que no se había percatado de su presencia.
- ¿Qué tal, Andrews? La voz de Chuck lo hizo desviar la vista de ambos- ¿Vienes a ver de cerca el espectáculo? -preguntó, con esa sonrisa burlesca que tanto lo caracterizaba.
-Idiota -Rox, que se había separado de los labios del chico en el momento que escucho la mención del pelirrojo, le propino un golpe al moreno. Se acomodo mejor en las piernas de Reggi para poder tener al pelirrojo de frente -Hola...- saludó, extrañada por la postura tan tensa que mostraba.
Los ojos de Achie no podían desviarse de la mano de Reggie que acariciaba los muslos de la rubia. La mandíbula comenzaba a dolerle de lo apretada que la tenia y los nudillos de sus manos se estaban tornando blancos por la fuerza de su puño- ¿Podemos hablar? -preguntó, en dirección a la rubia casi como un siseó.
