La mas pequeña de las hermanas Cooper ha vuelto al pueblo luego de casi un año de ausencia. La reina de Riverdale High regresa más peligrosa que nunca, junto con un mar de secretos tras ella que ocultan la nueva oscuridad que alberga su ser. Un peli...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
A la hora del almuerzo Betty y Jughead encontraron a su objetivo sentada junto a Archie en las mesas del jardín.
Betty se acercó sonriente como de costumbre, esforzándose en no lucir nerviosa o demasiado afectada por lo que planeaba discutir con su hermana. Aunque por un momento esos sentimientos pasaron a segundo plano cuando notó el ambiente que compartían su mejor amigo y su hermanita, tan íntimo como el de cualquier pareja. Se sorprendió mucho de ello, no solo por la escena, sino también porque no sintió dolor, traición o algo más que curiosidad por ello. Tanto vivió con la idea de que su corazón latía loco de amor por el pelirrojo, y ahora se daba cuenta de lo mucho que confundió sus sentimientos catalogándolos como románticos cuando no podía haber algo más alejado de ello. Viéndolos a ambos, en esa atmosfera tan íntima, se daba cuenta la diferencia y el cómo de se ve en verdad a dos personas que se gustan.
Sintió un apretón en su hombro y se giró encontrándose la sonrisa ladeada de Jugg, una sonrisa que expresaba apoyo y tranquilidad, seguramente captando la misma idea que ella ante lo que esos dos se traían, pero creyendo que se sentía afectada por ello cuando en verdad no era así. Un pensamiento fugas de reproche la atravesó por no haberse dado cuenta antes de lo que ahora veía tan evidente entre esos dos. ¿De verdad ellos...
Betty sacudió ligeramente su cabeza desechando sus pensamientos sobre ellos y se centró en lo importante.
–Hola. –Carraspeó, notando que su voz había salido más aguda de lo que esperaba. –Rox... ¿Podemos hablar un segundo?
Su hermana le devolvió la mirada confundida, tal vez preguntándose qué diablos quería. Betty la presionó con la mirada al ver que no había movimiento por su parte provocando que la menor rodara los ojos fastidiada antes de levantarse de mala gana y segur a su hermana unos metros lejos de la mesa.
–¿Qué sucede?
–Escucha, sé que los últimos días no hemos sido el mejor ejemplo de hermanas, pero quiero que sepas que sea lo que sea que te esté molestando puedes decírmelo. Si estas en problemas o te sientes...
–Wow, ya basta. Detente ahí. –la cortó con brusquedad. Su mirada se había endurecido y puesto a la defensiva tal como últimamente se tornaba cada que cualquiera comenzara a querer inmiscuirse demasiado en su vida. –¿Mamá te pidió que hablaras conmigo? No respondas, eso no importa. No tengo ninguna clase de problema, puedes estar tranquila por eso. –Se cruzó de brazos, como si antepusiera un muro entre ellas que no estaba dispuesta a romper. –De hecho, creo que la que está en problemas eres tú ¿Qué hacías esta mañana con la agenda de Alice?
–Buscaba a Polly. –repuso Betty. Su expresión y postura se destensó mínimamente ante la mención de su hermana mayor, y Betty tomó esto como una pequeña victoria que aprovechó. –Y ya sé dónde está. Jughead y yo iremos después de clases, si quieres acompañarnos.